Existe una creencia muy extendida que relaciona la retención de líquidos con el sobrepeso pero ésta es "una verdad a medias". Los dietistas de MenuDiet.es nos explican el porqué.
Es cierto que la retención de líquidos es capaz de aumentar notablemente el peso que marca la báscula pero este "exceso de peso", causado por los líquidos, es prácticamente inapreciable externamente pues el volumen corporal no se altera. En casos de retención muy alta, sí hay ciertas zonas del cuerpo en las que se puede notar algo de hinchazón como los pies, tobillos, pantorrillas, rodillas, abdomen, manos y cara. No obstante, sigue siendo más alarmante la sensación de malestar, hinchazón y pesadez que esto produce, que el aumento de volumen que puedan provocar.
Hay que tener presente que el sobrepeso está asociado sólo y exclusivamente al aumento de la grasa corporal, nunca a una mayor retención de líquidos. Ésta última puede ser un indicador de algún tipo de problema renal, hepático o cardiaco. Si la retención de líquidos se hace muy evidente y no se corrige con el cambio de hábitos es necesario acudir al médico para consultarlo.
El cambio de hábitos de vida es fundamental. Para asegurar el buen funcionamiento de los riñones y del sistema circulatorio (también muy relacionado con la secreción de orina) es esencial tener en cuenta tres consejos:
1. DIETA EQUILIBRADA RICA EN FRUTAS Y VERDURAS
Las frutas y verduras son los alimentos más recomendados a la hora de eliminar el exceso de toxinas y líquidos de nuestro cuerpo y todas, en mayor o menor medida, ayudan a eliminarlo por su alto contenido en agua y potasio principalmente. Veremos a continuación una lista de los alimentos más destacables:
Frutas: Plátano, cerezas, piña, pera, manzana, nísperos, melocotón, uvas, naranjas, fresas, sandía y melón.
Verduras, hortalizas y tubérculos: Espárragos, alcachofas, berenjenas, endibias, calabaza, calabacín, tomate, cebolla, apio, patata, setas.
Otros alimentos beneficiosos: Los aliños a base de vinagre de manzana, el café tomado con moderación y la dieta rica en alimentos con fibra ayuda a eliminar el exceso de líquidos.
Por el contrario, existen otros alimentos que están especialmente desaconsejados en estos casos pues su alto contenido en sodio afecta negativamente a la retención. Éstos son los embutidos, conservas que lleven sal, salazones, quesos con sal, ahumados, pastillas de caldo, sopas y purés industriales, salazones y frutos secos con sal.
2. EJERCICIO FÍSICO REGULAR
El ejercício físico nos ayuda a excretar sales y toxinas a través de la piel y mejora la circulación sanguínea, lo cual favorece la filtración renal y aumenta el volumen de orina.
3. INGESTA DE AGUA
Beber dos litros de agua o infusión al día es estupendo para favorecer la excreción de toxinas y metabolitos a través de la orina y favorece la función renal. Cabe destacar en este punto el poder diurético de la cerveza (con o sin alcohol) que tomada con moderación ayuda a eliminar la retención de líquidos.
Aunque lo más recomendable es lograr los objetivos a través de los hábitos saludables, hay ocasiones en las que se agradece una ayuda.
Todas las infusiones, independientemente de su efecto diurético, están recomendadas en los casos de exceso de líquidos ya que contribuyen a aumentar la ingesta de agua. Vemos a continuación algunas infusiones con efecto diurético:
Infusiones: Diente de león, ortosifón o té de java, achicoria, corteza de sauco, cerezo, hojas o yemas de abedul, cola de caballo, boldo, barbas de maíz y té verde.
Las infusiones y productos dietéticos a base de plantas diuréticas pueden ser de gran ayuda, sobretodo en pacientes con patologías cardiacas, renales o hepáticas, pero no debemos perder de vista que la acción de sus principios activos puede alterar otras funciones y/o parámetros de nuestro cuerpo. Estas plantas se deberían tomar siempre tras comentarlo con el médico, sobretodo en caso de patología o embarazo, y no tomarlas nunca durante un periodo de tiempo prolongado.
