Un cumpleaños, una reunión familiar o una cena de Navidad pueden ser la ocasión ideal para usar esa mesa grande del salón que hasta ahora sólo servía de decoración y reunir en tu casa a amigos, familiares o compañeros de trabajo.
Una vez hayas elegido el día y el menú, es fundamental que sepas que los invitados son lo más importante, y por ello, debes dedicarle un tiempo para pensar en cómo y dónde se sentará cada uno de ellos. Para conseguir una buena distribución es esencial que aprendas unas normas básicas de protocolo que te ayudarán a convertirte en un buena anfitriona.
El primer paso, antes de meterte de lleno en las reglas del protocolo en la mesa, debes coger papel y boli y hacer una lista con los nombres de las personas que asistirán a tu fiesta. Lo mejor es hacer grupitos de gente que compartan aficiones y gustos para que la cena o comida sea lo más agradable y amena posible. Y teniendo en cuenta esta premisa, tendrás que evitar sentar juntos a personas muy diferentes o que se lleven mal.
Si tu elenco de invitados está lleno de parejas trata de romperlas para que todos se relacionen con todos y no se centren en una sola persona. Además, será más cómodo para los asistentes solteros.
En principio los invitados se sientan de manera alterna de hombres y mujeres, pero si da la casualidad que entre ellos no hay la misma cantidad de chicos que de chicas, es recomendable que no pongas a dos mujeres al lado, sino a dos hombres. Ya sabes que muchas chicas ven en este tipo de eventos una competición con las demás.
Es más decoroso dejar los asientos de las esquinas de la mesa para la representación masculina. No tiene ninguna explicación, pero el protocolo es el protocolo.
Si es una reunión familiar, seguramente haya comensales de diferentes generaciones. Por ello, debes saber que las personas mayores tiene preferencia sobre las más jóvenes a la hora de otorgarles un asiento en la mesa. Es una manera de demostrarles el respeto que se merecen.
Los más pequeños también deben tener una atención especial. Todos los niños deben estar juntos en una parte de la mesa o, aun mejor, en una mesa aparte de la de los adultos.
Si entre tus invitados hay alguna persona extranjera los criterios dejan paso al sentido común. En primer lugar se le debe de dar un lugar privilegiado a esta persona y, por otra parte, si no habla el mismo idioma o no entiende mucho la conversación de la mesa, intentar que siempre tenga a su lado a alguien que comparta su lengua.
Para que todo el mundo tenga claro cuál es su sitio en la mesa, puedes utilizar tarjetas con su nombre que, además de ser un bonito detalle en la decoración, te facilitarán el trabajo.
¡Venga!, ¿a qué estás esperando? Aprovecha la llegada del verano para preparar una cena al aire libre o una comida para dar la bienvenida a tus vacaciones, pero recuerda: tus invitados siempre son lo más importante.
