Organiza una boda de ensueño sin arruinarte

¿Tienes previsto casarte el próximo año y ya piensas en los preparativos? Puedes tener una boda maravillosa sin gastarte un dineral. ¡Ficha nuestras ideas y haz tu sueño realidad!

5m 13s
Tony Meres

Son tantos los detalles a tener en cuenta para que ese día tan especial todo esté perfecto y a vuestro gusto que seguro que ya piensas también en el presupuesto con el que has de contar. Lugar de celebración, banquete, vestido, fotógrafo… con los tiempos que corren, los números asustan, pero con una buena organización y un poco de ingenio puedes ahorrar un buen dinero sin que tu boda desmerezca lo más mínimo.

Parte de una premisa: no siempre lo más caro es lo mejor y, además, en el gran día soñado y esperado, los protagonistas sois vosotros, es vuestra celebración, por lo que tenéis que llevarla a cabo pensando en vuestras preferencias y no en lo que esperen los demás (primer error, querer hacer la “boda del año” por quedar bien ante familiares y amigos).

Organizar una boda no es sencillo, requiere tiempo para planificar cada detalle de manera que puedas comparar precios en cada capítulo. Los dos primeros pasos son sin duda elegir la fecha del enlace y confeccionar la lista de invitados. ¿Tienes especial interés en casarte en primavera? Porque debes saber que las tarifas de los lugares de celebración se disparan en los meses donde (se supone), empieza el buen tiempo. Es una opción a tener en cuenta porque una boda en otoño o invierno puede resultar igual de bonita y excepcionalmente romántica.

En cuanto a los invitados, utiliza la cabeza. Junto a los compromisos ineludibles, haz partícipe de tu enlace a aquellos que realmente quieres que estén. Por ejemplo, con los compañeros de trabajo, no te sientas obligada a invitar a toda la plantilla, hazlo sólo con los amigos de verdad, todos lo comprenderán (y más de uno se alegrará de ahorrarse el regalo).

Otro concepto en el que puedes arañar unos euros es en el sistema de comunicar el enlace. Limita las invitaciones en papel a familiares directos (como recuerdo) y al resto hazles llegar una postal digital por internet (tienes páginas web con “catálogos” donde elegir la que más os guste y, además, podréis personalizarla).

Tony Meres

El banquete

Es uno de los temas más complicados y en el que puedes ajustar el presupuesto sin problemas. Tienes numerosas opciones para todos los bolsillos, desde hoteles, hasta fincas particulares dedicadas a eventos (mira y compara precios).

Si tienes la suerte de contar con un amigo o familiar que disponga de un espacio adecuado para una celebración, no te lo pienses, es una excelente idea y hay empresas de catering que se encargarán de todo (mobiliario, decoración, menú, servicio de camareros, etc), como por ejemplo fiestasmix.com, donde podrás elegir entre distintos artículos de decoración y adornos para bodas.

Los hoteles son perfectos para estos acontecimientos y los hay que ofrecen bodas “personalizadas” adaptándose a tus gustos y capacidad económica (¡ojo al elegir uno de determinada categoría!, según el número de estrellas, el IVA es mayor o menor).

En cuanto a la comida o cena, ¡no exageres! La idea de cuanta más comida, mejor, está totalmente fuera de lugar. Elige un menú de temporada y que no resulte “interminable”. Bastará con unos entrantes correctos, un primero, un segundo y un postre (nada de cuatro entrantes y tres segundos a elegir). Ten en cuenta las tendencias de la nueva cocina. Opta por calidad y originalidad y no por cantidad.

Otra buena idea, según las características de tus invitados, es ofrecer simplemente un cóctel “contundente” o un buffet (puede resultar muy divertido, más informal y más económico).

Si decides contratar barra libre y baile, hazlo estableciendo un tiempo determinado y un precio cerrado (de lo contrario pueden salirte más caras las copas que el menú). Además, piensa si tienes algún amigo o familiar al que le encante la música y esté dispuesto a hacer de “dj” en tu fiesta, ese sería el mejor regalo que pudiera hacerte.

Tony Meres

El vestido

Es tu día, serás el centro de todas las miradas y no tienes que renunciar al traje nupcial que más te guste, pero no tiene que ser el más caro. Te toca caminar y entrar en mil tiendas y boutiques hasta que encuentres el tuyo. Recuerda que para que luzcas maravillosa, tu vestido de novia no tiene que ser necesariamente de seda salvaje y con bordados de plata. Hay verdaderas preciosidades muy asequibles.

Mira todas las opciones, desde las grandes firmas de moda novias, hasta las pequeñas tiendas especializadas, seguro que pueden elaborar el diseño que te gusta ajustándolo a lo que quieres gastarte (pregunta sin miedo y habla claro).

Otra posibilidad es recuperar un vestido de algún familiar y adaptarlo a tu estilo con ayuda de una modista. Ahora que se lleva lo vintage, no es mala idea echarle un vistazo al vestido de tu madre o al de tu hermana.

Fotos y vídeo

Mucho cuidado con este capítulo, porque suele traer “sorpresas”. Explícale al profesional que contrates (o al de la iglesia) exactamente lo que quieres: número de fotos, tiempo de duración del vídeo, características del álbum (¡ojo con tapas en piel, los nombres grabados), etc, y cierra un precio. No le des carta blanca porque el reportaje puede salir inesperadamente caro.

Flores

Opta por un ramo sencillo y siempre formado por flores de temporada, fáciles de conseguir. Además, ponte de acuerdo con otras parejas que se casen el mismo día que vosotros sobre el adorno floral de la iglesia (compartiréis gastos).

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