Pilates en el embarazo, la mejor manera de prepararse para el parto

Los programas de Pilates pre-parto y post-parto son ideales tanto para prepararse para el parto como para recuperar después la musculatura abdominal sin provocar daños.

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Gtres
El embarazo es un momento muy dulce en la vida de la mujer pero, al mismo tiempo, complejo. El cuerpo sufre una serie de cambios hormonales, emocionales y físicos, que también afectan a la salud postural de la embarazada.

“Son muchas las molestias que surgen durante la gestación, tales como la acidez estomacal, dificultades respiratorias, dolores de espalda o molestias en la pelvis, calambres o hinchazón de los tobillos. Lo cierto es que gran parte de ellas pueden aliviarse significativamente gracias al programa específico de Pilates pre-parto y post-parto, que también garantiza una recuperación mucho más rápida”, explica Andrea Giacosa, experta en Pilates.

“El beneficio -explica Giacosa- es doble: tanto anímico como físico”, ya que el Pilates específico para embarazadas trabaja aspectos como la resistencia, la musculatura del suelo pélvico o la capacidad de respiración, pero también ayuda a la mujer en la parte emocional.

En la etapa pre-parto del programa, el Pilates “ayuda a la mujer a superar diferentes molestias que se pueden presentar en cada etapa, a proporcionar una mayor flexibilidad en las articulaciones y enseña posturas específicas que liberan la pelvis para facilitar el pasaje del bebé durante las fases de dilatación y expulsión”, indica la experta, mientras que cuando llega el post-parto, el programa, que se adapta al ritmo específico de cada mujer, le ayuda a recuperar de manera más rápida y eficaz la musculatura abdominal sin provocar daños irreparables.
Ejercicios de Pilates durante el embarazo - Divina Pastora Seguros
Otro beneficio de practicar este entrenamiento durante el embarazo y el post-parto es que fortalece los músculos profundos, como el suelo pélvico. De hecho, estudios como el dirigido por el doctor Patrick J. Culligan, de la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York, fomentan la recuperación de esta musculatura realizando ejercicios específicos combinado con un trabajo global como el Método Pilates para evitar pérdidas urinarias o los prolapsos vaginales, antes de tener que recurrir a la cirugía reparadora.

Precauciones a la hora de practicar Pilates en el embarazo

Este programa de Pilates, que debe ser impartido tan sólo por especialistas formados especialmente en esta materia, se debe adaptar a cada etapa para evitar riesgos.

Divina Pastora Seguros
“Hay que ser especialmente cautelosos durante el primer trimestre. Es más, si bien hay mujeres más propensas que otras a sufrir un aborto espontáneo, no es recomendable iniciar la actividad hasta la semana 12 de gestación con alumnas nuevas, para evitar riesgos. El entrenamiento incluye una gran variedad de ejercicios para reforzar la musculatura que soporta un aumento constante de peso y un cuidado especial hacia la educación postural de la embarazada”, añade Andrea Giacosa, quien también hace una apreciación importante: hay que esperar a que finalice el puerperio antes de volver a entrenarse.

El resultado es una recuperación rápida y óptima, que dependiendo de cada mujer suele rondar entre los cuatro y seis meses después del parto, momento en el que finaliza el programa específico y la mujer puede volver a realizar los ejercicios habituales de Pilates o aún mejor, el “Bebé Pilates”, ideal para recuperar la figura tras el embarazo sin restar tiempo de estar junto al bebé.
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