Solo tienes una semana para perder tres kilos (lo que supone una talla menos) y además quieres conseguirlo sin riesgos, nada de dietas milagro ni productos saciantes, ¡perfecto! Tenemos el plan perfecto para ti, una dieta disociada que en siete días habrá obrado el milagro.
¿Qué conseguirás con la dieta disociada?
Siguiendo las pautas marcadas para cada día, advertirás una notable pérdida de volumen, una mejora en el tránsito intestinal (vientre plano) y en la frecuencia con la que vas a orinar (¡adiós a la retención de líquidos!), que te ayudará a deshacerte de esos kilitos de más.
¿En qué se basa una dieta disociada?
Las dietas disociadas son cada vez más recurridas gracias a su gran efectividad y a que son muy fáciles de llevar a la práctica, pues se pueden ingerir prácticamente todo tipo de alimentos si no se mezclan. Se suele recurrir a ellas cuando la dieta habitual pierde eficacia.
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La clave de la dieta es no mezclar en la misma comida hidratos de carbono (arroz, pasta, legumbres, patatas, pan y sus derivados) y proteínas y grasas (carnes, pescados, huevos, lácteos…). El objetivo es controlar los niveles de insulina (hormona relacionada con la acumulación de grasa y en la que se basan populares métodos de adelgazamiento como la dieta Montignac), movilizando los depósitos de grasa del organismo mediante un sobreesfuerzo metabólico que le induce a quemar las reservas de glucógeno y eliminar agua.
El plan es perfecto para reducir volumen y eliminar toxinas acumuladas en el organismo. No hay que calcular calorías ni pesar las raciones, por lo que disminuirás eficazmente la ansiedad que puede asociarse a otras dietas.
Además, con la dieta disociada mejoran las digestiones y evitarás la incómoda sensación de hinchazón abdominal tras las ingestas.
Los menús de la dieta disociada
La dieta disociada es de siete días, pero se puede mantener durante un máximo de 14, repitiendo dos veces el mismo orden de menús propuestos.
Las verduras son la clave. Puedes consumirlas sin límite de cantidad, ya que ejercen un efecto depurativo en el organismo que acelerará la pérdida de peso.
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Día 1
Repartido entre todas las comidas del día (recuerda que deben ser cinco):
Un litro de leche desnatada o igual cantidad de yogur desnatado.
Fruta variada (también pueden ser zumos), cuidando de no mezclar las frutas dulces y ácidas.
Prepara un caldo de verduras con apio, puerro, nabo, cebolla, zanahoria… y toma varios tazones a lo largo del día.
Día 2
Desayuno: café o infusión y una pieza de fruta
Para todo el día: verdura de hoja verde a placer (lechuga, acelgas, espinacas, canónigos, espárragos…). Dos huevos, ya sean hervidos, escalfados o pasados por agua. Infusiones de todo tipo y caldo de verduras.
Día 3
Desayuno: café o infusión y una pieza de fruta.
Para todo el día: pollo asado a placer, pero sin piel; ensalada de lechuga con tomate y cebolla. Caldo de verduras (a base de apio, puerro, nabo, cebolla, zanahoria…): todo el que se desee y repartido a lo largo del día.
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Día 4
Desayuno: un vaso de leche desnatada (200 ml) y café o infusión y una fruta.
Para todo el día: ensalada de lechuga, apio, cebolla, pepino y tomate (toda la cantidad que se desee, pero sin añadir maíz ni zanahoria). Caldo de verduras a placer, verdura hervida o a la plancha (la que se desee) y fruta (preferiblemente de una misma clase de cítrico, por ejemplo: naranjas).
Día 5
Desayuno: un vaso de leche desnatada (200 ml) y tostada con mermelada light. Una fruta.
Para todo el día: verdura de hoja verde, hervida o fresca en la cantidad que se desee; pescado a la plancha (500 gramos) con zumo de limón. Infusiones; consomé desgrasado (deja enfriar el caldo, retira la grasa que se deposita arriba y vuelve a calentar).
Día 6
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Desayuno: un vaso de leche desnatada (200 ml) y una tostada sin mantequilla con una cucharadita de mermelada.
Media mañana: zumo de dos naranjas o una pieza de fruta.
Comida: pescado asado a la plancha en la cantidad que se desee.
Merienda: zumo de naranja natural.
Cena: pescado asado o a la plancha en la cantidad que se desee.
Día 7
Desayuno: un vaso de leche desnatada (200 ml) y una tostada.
Media mañana: una pieza de fruta.
Comida: judías verdes con una patata pequeña cocida; lenguado a la plancha de 200 gramos.
Merienda: una pieza de fruta.
Cena: ensalada de lechuga, tomate y cebolla; tortilla de un huevo con espárragos.
