Sin duda alguna es el protagonista, junto con los Reyes Magos, de la noche del 5 al 6 de enero. El tradicional Roscón de Reyes acumula en su haber una tradición de más de 500 años. El secreto del sabor inigualable del roscón está en una exquisita mezcla de harina, levadura, azúcar, mantequilla, huevos, ralladura de cítricos, agua de azahar, frutas escarchadas y almendras.
En la actualidad se preparan variedades de roscón con diversos rellenos tales como nata, crema pastelera, crema de chocolate o cabello de ángel, lo que aporta gran jugosidad y un plus de sabor a este delicioso postre. Lo que a día de hoy no ha cambiado es que en su interior, suele contener uno o más regalos o "sorpresas" según el tamaño del roscón y un haba. En España el roscón debe contener: un haba seca y una sorpresa o regalo, quien encuentre el regalo significa que tendrá suerte durante el año castigando al que recibe el haba a pagar el roscón… ¿Te animas a prepararlo en casa?
Ingredientes:
Para decorar:
Elaboración:
1. Funde la mantequilla. Templa el agua y disuelve en ella la levadura.
2. Mezcla la mantequilla con el azúcar, los huevos, la ralladura de cítricos, el agua de azahar y la sal.
3. Tamiza la harina y ponla en forma de volcán. Mézclala con la preparación anterior y añade también la levadura diluida. Amasa hasta lograr una masa fina y elástica y tapa con un paño dejando reposar durante 15 minutos.
4. Es el momento de dar forma al roscón trabajando la masa hasta formar un rosco en el que puedas introducir la "sorpresa" (mejor que la envuelvas en un poco de papel film) y el haba seca (también envuelta en papel film). Luego, tapa el roscón con un trapo de cocina y deja fermentar hasta que doble su volumen.
5. Precalienta el horno a 200 grados. Pincela el roscón con huevo batido y pon las frutas escarchadas, las almendras y el azúcar humedecida con agua. Hornea durante 30 minutos.
6. Transcurrido el horneado, saca el roscón y déjalo enfriar sobre una rejilla.
7. Puedes rellenar el roscón con nata montada o crema pastelera para los más golosos, sirviéndolo con una taza de chocolate bien caliente.
Año tras año, el roscón, uno de los mayores placeres gastronómicos, representa la culminación de las fiestas. Para los curiosos, que esperan impacientes todo el año para hincarle el diente a un trozo, esta es la travesía del roscón de reyes, hasta la receta actual:
El roscón de reyes tiene su origen en una fiesta pagana, como muchas de las celebraciones religiosas, que nada tiene que ver con el nacimiento de Jesús o la llegada de sus majestades a Belén. Es necesario adentrarse en la historia, hasta el S. II a.C., en el que a mediados del mes de diciembre se celebraban "las saturnales", fiestas en las que los romanos homenajeaban a Saturno (dios de la agricultura y las cosechas) y celebraban el final de la temporada agraria.
Para esta celebración se preparaba una torta a base de miel, con higos, dátiles y frutos secos, la elaboración de esta torta se realizaba año tras año, hasta convertirse en el dulce más popular de "la fiesta de los esclavos", como se solía llamar coloquialmente a esta celebración. Más tarde se añadiría el haba, como símbolo de fertilidad y buena fortuna para aquel que la encontrara en su porción.
Con la imposición del cristianismo en el imperio romano, las fiestas paganas comenzaron a desaparecer. Las que consiguieron perdurar, como la torta con el haba, se transformaron y evolucionaron, adquiriendo la forma del roscón de reyes actual.
De aquí se da un salto hasta el siglo XVIII, en el que un cocinero que buscaba contentar al pequeño rey Luis XV, introdujo una moneda de oro. La moneda a partir de este momento se popularizó por encima del haba. En España, fue Felipe V quien trajo la moda de introducir una moneda en el roscón, que con el paso de los años pasaría a ser una figura de cerámica, y daría una connotación negativa al haba.
La receta original no llevaba fruta escarchada, se trataba de un bollo seco espolvoreado con azúcar. El uso de la nata en el roscón se popularizó en la década de los 60. Ahora es el favorito de España, al menos el 80% de los roscones consumidos en esta época son de esta variedad, más de 28 millones al año.
Los españoles exportaron el roscón de reyes a los países iberoamericanos, siendo especialmente popular en México y Colombia. También existen versiones de este postre en otros países de Europa, que se comen en fechas parecidas.