¿Adelgazar y ponerte en forma con tu bebé en casa? ¡Sí!

Sara Carbonero, Elsa Pataky o Amaia Salamanca son algunas de las famosas que se han convertido en mamás en 2014 y que, además de no querer perderse nada de su bebé, al igual que tú, quieren lucir radiantes y enfundarse en atrevidos diseños y bikinis este verano. Si quieres pasar el máximo tiempo en casa y a la vez ponerte en forma, ficha los mejores ejercicios que podrás practicar mientras el recién llegado a la familia te acompaña.

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Tras el embarazo y el parto, tu cuerpo ha experimentado cambios normales ante los que no tienes porqué preocuparte. Con una correcta alimentación y un poco de ejercicio, recuperarás tu figura casi sin darte cuenta. Tienes programas específicos de gimnasio, pero si lo prefieres, puedes ponerte en forma en tu casa haciendo, además, que tu bebé se lo pase bomba mientras tú haces unos sencillos y efectivos ejercicios.

Tener un hijo no implica en absoluto quedarte para siempre con kilos demás, basta ver cómo las famosas aparecen espléndidas a los pocos meses de dar a luz. Por supuesto, ellas como tú, han de respetar el tiempo mínimo que el cuerpo necesita para recuperarse y no debes iniciar tu "puesta a punto" antes de tiempo. Pregunta a tu médico y cuando él te lo indique ¡adelante! En pocas semanas, lograrás tonificar glúteos, piernas, brazos y abdomen y te sentirás mejor que nunca disfrutando de la experiencia maravillosa que acabas de iniciar.

Ropa y calzado cómodo, una buena colchoneta para que estéis cómodos tu bebé y tú cuando hagas ejercicios de suelo, una sonrisa y, si quieres, un poco de música... ya tienes todo lo que necesitas para pasar un rato divertido con tu peque mientras recuperas tu silueta.

Empieza haciendo un breve calentamiento y comienza la sesión con algo de ejercicio aeróbico: correr sin avanzar, saltar, elevar las rodillas o simplemente un rato de baile movidito. Puedes aprovechar para hacer esta primera parte de tu tabla de gimnasia mientras el bebé está descansando y te mira desde su cuna o su sillita o bien, si ya se mantiene sentado, colocarlo en el suelo, junto a ti con sus juguetes favoritos. ¡Verás su cara de asombro mientras te observa dando saltos!
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Ahora llega el momento de hacer algunos ejercicios juntos (siempre que al peque le apetezca. Se trata de que los dos lo paséis bien).

Tonificar tus brazos y piernas te resultará muy fácil con su "ayuda". De pie con los brazos estirados y el bebé bien sujeto con tus dos manos, elévalo hasta la altura de tu cara, o incluso por encima, mientras flexionas ligeramente tus rodillas. A él le encantará "volar" mientras tus bíceps y tríceps trabajan a tope.

Haz también unas divertidas sentadillas. De pie con las piernas separadas y las rodillas hacia afuera, coloca al niño bien pegado a tu estómago y agárralo pasando uno de tus brazos por debajo de sus axilas y el otro entre sus piernas (tu mano debe sujetarle el culete). Ya preparados, flexiona tus rodillas (bien separadas) bajando las caderas, sube y baja a ver qué le parece al peque este nuevo movimiento.

Puedes repetir el ejercicio, bajando las caderas al tiempo que rotas tu cintura (también el bebé irá a derecha e izquierda. Prueba a sentarlo ¡sin soltarlo! unos segundos en cada una de tus piernas y a hacer un "caballito" (¡le encantará!).

Reforzar los músculos de la pelvis es importante tras el parto. Tumbada boca arriba sobre una colchoneta, flexiona las rodillas y coloca al niño sobre tus muslos. Eleva las caderas mientras contraes glúteos y abdomen. Mantén unos segundos la posición y desciende. Haz los movimientos de forma suave y pausada asegurándote de que el niño no se vaya hacia los lados y pueda caerse.
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Aprovecha esta misma posición para practicar unos "mini" abdominales que te vendrán genial para ir tonificando barriga y presumir este verano de ombligo. Tumbada boca arriba con las piernas flexionadas, coge las manos del pequeño intentado elevar la parte superior de tu espalda (sube procurando no "tirar" de cuello y hombros). Al bebé le encantará ver como se acerca y se aleja tu cara. Las sonrisas, bromas, frases cariñosas y cucamonas que le hagas en el trayecto ya son cosa tuya.

Para terminar, trabaja tus piernas tumbándote lateralmente sobre la colchoneta, mirando al niño. Recta, con las piernas estiradas (apoya tu cabeza en tu mano) eleva la pierna superior (tijeretas laterales). Seguidamente, flexiona esa pierna superior (dobla la rodilla) e intenta subir, ahora, la pierna que queda debajo (trabajarás la parte interna del muslo). Repite el ejercicio cambiando de lado y ¡disfruta con tu hijo de estos momentos que recordarás siempre!
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