Dieta "mindfulness": la nueva forma de comer para adelgazar sin ansiedad

Recupera una relación saludable con la comida y descubre una nueva forma de comer para adelgazar sin ansiedad. La dieta “mindfulness” es la clave.

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Nuestro estado de ánimo repercute directamente en nuestra dieta. Si estamos alegres, estresados, enfadados, experimentamos soledad o nos sentimos frustrados, nuestra manera de comer se modifica. Todos estos sentimientos y sensaciones pueden hacer que comamos de manera automática y compulsiva, dejando que el placer de saborear los matices de lo que ingerimos quede relegado a un tercer plano donde no somos conscientes de lo que hacemos.

Con la finalidad de recuperar una relación saludable con la comida y mantener nuestro peso o adelgazar sin ansiedad, desde Aportam nos proponen una aproximación a la salud nutricional desde el "mindfulness", basada más en el “cómo” que en el “qué” comer.

1. Antes de empezar a comer, conecta con tu respiración. En cuanto te sientes a la mesa, respira y siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, te recordará dónde estás y lo que vas a hacer.

2. Presta atención a lo que comes. Descubrirás que los sabores de la comida en contacto con tus papilas gustativas cambian y varían de intensidad a medida que vas masticando, incluso después de haber tragado puedes disfrutar de nuevos matices.

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3. Come lentamente, dándole a los alimentos el tiempo que merecen para desplegar todo su sabor. No introduzcas más comida en la boca cuando todavía estás masticando. En Turquía hay catadores de agua capaces de distinguir la fuente de que procede tan solo probándola.

4. El olor es otra de las sensaciones a las que hay que prestar máxima atención al comer. El olfato juega un papel decisivo a la hora de disfrutar de una comida, solo tienes que taparte la nariz cuando vayas a degustar tu plato favorito y verás el resultado.

5. Cuando tengas el plato delante, observa la presentación, los colores y texturas de los alimentos, pues son elementos que no debes dejar de disfrutar.

6. Come despacio y de forma moderada para evitar que el punto de saciedad pase inadvertido. Con frecuencia, el ritmo de vida actual nos lleva a comer demasiado rápido y eso trae consecuencias, tales como problemas digestivos y sobrepeso.

7. En la medida de lo posible, trata de compartir el momento de la comida con familiares y amigos.

8. Elige productos para tu dieta que sean saludables para el organismo y también para el planeta. Procura apoyar al productor local. Pueden ser un poco más caros pero el coste planeta y el coste humano y social, que también son importantes, son mucho menores. La energía para transportarlos así como los contaminantes vertidos a la atmósfera son menores.

9. Desconecta tus aparatos mientras comes: apaga la televisión, guarda el móvil, cierra el portátil… El tiempo reservado a la comida es exclusivamente para comer y disfrutarlo en buena compañía.

10. ¿Qué ocurriría si aplicásemos la misma curiosidad y tesón en saborear todas nuestras experiencias placenteras, no sólo las relacionadas con la comida? ¿Te lo imaginas? No te lo imagines ¡Hazlo!
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