La perfecta canastilla de tu bebé ¿qué es imprescindible y qué no?

Estás embarazada por primera vez y la lista de necesidades para tu bebé parece interminable e incomprensible. Te explicamos cuáles son los básicos de la canastilla del recién nacido y de qué artículos puedes prescindir, para que centres tu atención en disfrutar de tu pequeño sin preocuparte por el bolsillo.

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EFE

Si tras quedarte embarazada ya has investigado un poquito sobre los requerimientos "materiales" de tu bebé en los primeros meses de vida, te habrás dado cuenta de que alrededor del nacimiento de un pequeño hay una enorme y floreciente industria que tienta a las madres y padres con supuestas necesidades básicas para su retoño.

Y es que, cuando llega un nuevo miembro a la familia, sobre todo el primero, todos quieren que tenga lo mejor de lo mejor, lo último, y la tierna y delicada estética que empapa todos los objetos relacionados con los bebés hace aún más irresistible y tentadora la compra desenfrenada del arsenal para el recién llegado.

Por ello, queremos ayudarte a discernir entre lo realmente imprescindible y aquello que no necesitas, aunque la amable vendedora insista en que "es la última tendencia en pediatría y todos los bebés de los Beckham lo han tenido".

Prendas cómodas y tejidos naturales

Comenzaremos por el armario del recién nacido. ¡Todo es tan bonito, tan minúsculo! ¡Esos mini tejanos, esas deportivas de marca que parecen pequeños llaveros pero cuestan lo mismo que unas de adulto, esa camiseta del equipo de fútbol preferido de su papá...! Craso error.

Piensa, en primer lugar, que los recién nacidos crecen a un ritmo vertiginoso en los primeros meses, con lo cual la ropa se les queda pequeña constantemente. Olvida las suaves angorinas, que aparte de tener precios desorbitados, son peligrosas porque la pelusa que desprenden puede obstruir las vías respiratorias del bebé.

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Para esos primeros meses, apuesta por prendas cómodas, básicas y de tejidos naturales, en especial el algodón. Hazte con bodys y pijamas resistentes, ya que serán lavados a menudo, arrullos o toquillas de algodón o toalla. En esos primeros meses, los bebés no necesitan calzado: no caminan y sólo oprimirá sus piececitos. ¡Y siempre pierden uno al salir de paseo!

Mucho mejor que inviertas en calzas y medias de algodón que mantengan sus piececitos cálidos y cómodos, y que ahorres ese dinero para invertir en un buen calzado ergonómico cuando llegue el momento de los primeros pasos.

Los bebés no regulan la temperatura corporal igual que los adultos, así que en verano no le envuelvas en lazos y moñas: ropita simple y fresca. En invierno, la mejor inversión es un buen mono que lo mantenga cálido en el exterior y bajo el cual pueda llevar sus prendas cómodas de algodón.

Ajuar austero

¿Qué decir del mobiliario? Cambiadores, bañeras, cunas, cunas de viaje, parques o corralitos, hamacas, sillitas, cucos, moisés, coche de capota, todoterreno... ¡Por favor! Si te dejas llevar, ¡no tendrás espacio en el dormitorio para llegar hasta tu pequeño!

Obviamente, la cuna es imprescindible, pero te proponemos que compres una de viaje que puedas llevar contigo a cualquier parte y plegar y guardar cuando tu hijo ya no la necesite. Una buena cuna de viaje incorpora además un accesorio que permite su uso en los primeros meses de vida y que después se retira. Además, te servirá como parque o corralito para que el niño juegue con sólo retirar el colchón.

Como tu bebé no necesita el ajuar de María Antonieta, es mejor que inviertas en sólo dos juegos de sábanas, pero de buena calidad, como las de hilo de algodón. Otra buena compra es un saco de dormir con cremallera en el que se mete al bebé y que deja sus brazos y cabecita libres. De esta forma el pequeño no se destapa y no hay riesgo de asfixia: olvida las adorables mantas de tacto aterciopelado, pues también son peligrosas hasta los ocho meses.

El cambiador, que a menudo incorpora una bañera de bebé, tampoco es estrictamente necesario. Cada vez son más las personas que optan por adaptar la parte superior de una cómoda, extendiendo sobre ella una colchoneta. La pequeña bañera la puedes comprar por separado (son muy baratas) y guardarla en el interior de tu propia bañera.

Resueltos ya los apartados de sueño y aseo, llega el momento de pasear. Hoy en día, es más complicado elegir un carrito de bebé que un coche para la familia. La oferta es interminable y agotadora.

Pero ¡ojo! En el carrito sí te conviene elegir calidad y solidez por encima del diseño. Lo más recomendable son las combinaciones de moisés, silla-huevito y coche, que podrás usar hasta los tres años de tu hijo. Además, la silla-huevito en muchos casos está adaptada para su uso como silla de viaje durante algunos meses y también hace las veces de hamaca. Asegúrate de que esté homologada y todos sus elementos cumplan la normativa de seguridad vigente.

Por último, ya sabemos que la llegada de un bebé trae consigo un aluvión de bien intencionados regalos de familiares y amigos. Hoy en día tienes la opción de abrir una "lista de nacimiento" en una tienda especializada. Es el mismo concepto que el de las listas de boda. De esta forma, no te encontrarás con objetos repetidos, sino que quienes quieren hacer un obsequio para el recién nacido sabrán exactamente qué necesitas y podrán elegir un regalo ajustado a su presupuesto.

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