Bioestimulación: el plasma, un tratamiento natural contra las arrugas

Las inyecciones de sangre pura, depurada y centrifugada se han convertido en un regenerador celular que combate el envejecimiento y aporta tersura a la piel.

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Las inyecciones de sangre pura, depurada y centrifugada se han convertido en un regenerador celular que combate el envejecimiento y aporta tersura a la piel. ¡Es lo último en belleza!

El plasma rico en factores de crecimiento, el gran aliado de la medicina estética, obra el milagro de luchar contra el paso del tiempo y frenar las arrugas y la flacidez. Esta técnica, que no es nueva, sino que se remonta al premio Nobel de Medicina de 1986, vive todo su apogeo en las consultas estéticas y se alía con otros tratamientos para instalar en la dermis las bondades y virtudes de la juventud.

Estas inyecciones de sangre pura y del propio paciente están consideradas una revolución entre las terapias más avanzadas y novedosas en cuestión de regeneración de tejidos. Se habla de plasma rico en factores de crecimiento porque, una vez centrifugada la sangre, el número de plaquetas se multiplica entre 3 y 5 veces.

"Las plaquetas son las células sanguíneas que se encargan de producir la coagulación de la sangre y en su interior contienen los llamados factores de crecimiento o agentes señalizadores", cuenta la doctora Inmaculada Adam Pous, de la clínica Dermaline.

"Esos factores de crecimiento no son más que unas proteínas solubles que se encargan de transmitir señales a las células para que empiecen a formar tejido nuevo, provocando así su proceso de regeneración y el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos", explica la doctora Inmaculada Adam Pous.

"Además, activan las funciones anabólicas del fibroblasto y estimulan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, elementos que potencian visiblemente el rejuvenecimiento de la piel", añade.

Su finalidad es reafirmar y dar mejor aspecto a la piel tratada. "Los resultados del plasma se multiplican a medio y largo plazo, ya que su aportación, además de ser muy beneficiosa para la salud de la piel, destaca por frenar de manera visible su envejecimiento", dice la doctora de la clínica Dermaline.

¿Cuál es el procedimiento?

"Tras una extracción al paciente de tan sólo unos 40 mililitros de sangre, ésta es sometida a un proceso de centrifugado del que se obtienen 3 mililitros de plasma rico en factores de crecimiento. El resultado es un fluido cargado de proteínas, ideal para aplicar en el rostro de forma tópica o subcutánea", explica el doctor Mato Ansorena.

Dr. Junco
  • La infiltración con factor de crecimiento (FCE) extrae sangre venosa, que se vierte directamente a unos tubos con anticoagulante.
  • Posteriormente, se centrifuga a una velocidad y tiempos específicos de manera que se aíslan glóbulos rojos, blancos y plasma. A continuación, se aísla en condiciones de esterilidad en el plasma rico en plaquetas y se activa.
  • Inmediatamente después y con la piel perfectamente desinfectada y sin restos de maquillaje, se aplica una crema anestésica y se infiltra el producto en forma de mesoterapia en la zona a tratar.

Tras la primera sesión, con un mes de diferencia, se debe aplicar otra, para que sus efectos se prolonguen durante más de un año, "si bien el estado de la piel y las características particulares de cada persona pueden condicionar este periodo de tiempo", añade Adam Pous.

"El plasma rico en factores de crecimiento mezclado con mesoterapia es la técnica más vanguardista", explica el doctor Mato Ansorena. Para este doctor, los efectos serán mejores y más duraderos "cuando se apliquen como complemento de otros tratamientos como "peeling" con ácido glicólico, radiofrecuencia o sustancias de relleno".

Natural y sin riesgos

La mayoría de los médicos estéticos dan a las inyecciones de sangre autóloga la bienvenida y su aprobación porque es la manera más natural y efectiva que hoy existe para desacelerar el envejecimiento de la piel.

"Lo natural está de moda y este es un tratamiento eficaz, seguro y personalizado. No entraña ningún riesgo de rechazo, ni de incompatibilidad ni de de alergias. Su misión es la de provocar un mecanismo biológico de regeneración de tejidos", dice el doctor Mato Ansorena.

Como su objetivo es provocar un mecanismo biológico de regeneración de tejidos, los efectos aparecen con el paso de los días, alcanzando su expresión máxima transcurridos veinte o treinta, "aunque a partir del cuarto o del quinto se ven muy bien los resultados", asegura Mato Ansorena.

Para este médico, "la técnica resulta idónea para personas que ya han cumplido los 35 años, cuando afloran las primeras arrugas y los signos de envejecimiento son visibles. Es muy útil para mejorar el tono, la hidratación, la elasticidad y la consistencia de la piel", añade el experto.

En pacientes con signos evidentes de flacidez, manchas producidas por el sol y ausencia de contorno facial, "las inyecciones de su propia sangre ayudan a aportar luminosidad a la dermis, pero el trabajo de las plaquetas es más lento", añade.

Aunque es un tratamiento natural e inocuo, está desaconsejado en pacientes que puedan padecer alguna enfermedad hematológica, como anemia o alguna alteración de los factores de la coagulación, así como en mujeres embarazadas. Su aplicación mediante inyecciones "puede provocar algún que otro hematoma, el único efecto secundario,que desaparece en muy poco tiempo", cuenta Adam Pous.

Es importante tener en cuenta que este tratamiento debe de ser realizado por un médico especializado y con material homologado para este uso.

Plasma rico en plaquetas, la mejor solución para el escote

Es el gran olvidado de los cuidados estéticos y, además, no existe cirugía que pueda ayudarle a luchar contra el paso del tiempo. Hablamos del escote, una zona expuesta durante todo el año a los agentes externos.

A pesar de que su piel es terriblemente fina y muy frágil, no se exfolia, hidrata y potencia como se hace en todas las estaciones del año y a diferentes edades con la cara y el cuello.

Es con la llegada de la primavera cuando en las clínicas se comienzan a solicitar tratamientos para mejorar esta parte de la anatomía, también presa de las arrugas dependiendo del tipo de piel y del estilo de vida. Los cuidados y la genética, en especial la alimentación, tienen la última palabra en este sentido.

Para el cirujano plástico Martín Anaya la solución más completa y de inmediatos resultados para esta zona es la infiltración de plasma rico en plaquetas. Se trata de una inyección o varias inyecciones, dependiendo del número de sesiones que se precisen, de un concentrado obtenido del plasma, un componente de la sangre del propio paciente.
 
El procedimiento es muy sencillo. En primer lugar, se extrae al paciente el plasma, que en su interior contiene los llamados factores de crecimiento, proteínas que regeneran y reparan los tejidos. El material obtenido se centrifuga después para obtener la parte más enriquecida con plaquetas.
 
La inyección de este material está considerada una de las herramientas con mejores resultados en la lucha contra el envejecimiento. El motivo, explica el doctor, es que, al contrario que otros procedimientos estéticos, no aporta colágeno, ni ácido hialurónico, sino que “pone a las células a trabajar para producirlo”.

Con el plasma rico en plaquetas como base, el cirujano plástico suma dos ingredientes al cóctel de belleza para un escote perfecto.
 
El ácido hialurónico, que sigue la estela del Botox como elemento imprescindible en el arsenal de la medicina estética, es la herramienta ideal para aportar la hidratación necesaria en esta piel tan delicada. El dato curioso que suele resaltarse de esta biomolécula que contiene nuestra piel es su capacidad para absorber mil veces su peso en agua. Más hidratación es igual a más volumen y definición.
 
Las vitaminas son el tercer pilar para lucir un escote impecable. La mesoterapia, infiltración para revitalizar la piel apagada y fotoenvejecida, puede llegar a contener hasta doce vitaminas, minerales y aminoácidos para regenerar la dermis.

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