Los errores en la dieta que hacen engordar en verano

Picar entre horas y abusar del alcohol o de los helados, son algunos de los errores que se cometen en verano y que no ayudan a mantener tu figura. Para no engordar y seguir llevando una dieta sana y equilibrada, ficha los principales mitos y errores de alimentación que se dan durante el verano y descubre cómo los puedes evitar.

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Con la llegada del verano, el calor y las ansiadas vacaciones, los hábitos alimenticios cambian, ya que pasamos más tiempo fuera de casa, llevamos una vida social más agitada, se alteran los horarios y eso repercute en la dieta.

Pero además, puede decirse que el frío acelera nuestro metabolismo, puesto que “lo pone a trabajar”, mientras que el calor lo ralentiza. Así pues, quemaremos más despacio la grasa en verano. Desde la antigüedad, las costumbres en relación a la comida y al cambio de dieta durante el verano, poco han cambiado. Se come ligero, fresco y frugal en verano y de forma más copiosa y con alimentos más ricos en calorías en invierno. La diferencia tiene que ver con la necesidad de nuestro cuerpo de regular su temperatura. Cuando decimos que “el cuerpo nos pide una sopa caliente” nos referimos a que necesitamos más calorías para hacer frente a las bajas temperaturas.

La nutricionista Graciela Moreira nos explica que: “Durante el verano abusamos de las tapas y del alcohol, nos solemos saltar algunas comidas y comemos fuera más veces de lo habitual”. Por ello, ficha los mitos y errores más comunes durante el verano y descubre cómo evitarlos para no engordar y conseguir mantener tu peso ideal.

En verano se engorda menos por el calor

Que sudes más o menos por el calor que haga cuando realices la digestión nada tiene que ver con la báscula. Depende de la composición de los alimentos: que sean más o menos digeribles, y que se consuman, por lo tanto, más o menos calorías en ese proceso. Te será muy útil incluir en tu dieta veraniega los denominados alimentos con calorías negativas, que contienen tan pocas calorías que se queman más durante su digestión de las que han sido ingeridas.

Si gano peso en verano es porque bebo mucha agua y retengo más líquidos

Es cierto que en verano la hidratación que necesitas es mayor, a causa de los viajes y los cambios de horario y dieta, pero a través del sudor podrás expulsar también líquido retenido debido a la acción vasodilatadora del calor.

Picar entre horas

Si no desayunas correctamente, al poco tiempo tendrás hambre y te llevará a picar durante la mañana, consumiendo snacks poco recomendables, como galletas, bollería, patatas fritas… Para evitarlo, ten a mano snacks saludables. Si estás en casa o en el trabajo, recurre al yogur con frutas o con frutos secos, así como gelatinas de frutas. Si estás fuera, de caminata, en la playa o en la piscina, recurre a las barritas de cereales integrales y a la fruta fresca. Además, los chips vegetales que están tan de moda son un gran recurso. En cualquier caso, no olvides que se trata de un tentempié, por lo que conviene respetar la porción.

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Comer mucho en la cena

En verano es común pasar fuera gran parte del día, comiendo frugalmente y por la noche para compensar se realiza una cena abundante, sin embargo, lo que se ingiere por la noche en exceso no se llega a quemar, por tanto se tendrá más tendencia a aumentar de peso además de tener una digestión más pesada y prolongada que dificultará el descanso nocturno. Lo ideal es hacer una cena ligera con verduras y algo de proteínas, las ensaladas completas con aliños ligeros son un gran recurso.

Comer mucho fuera de casa

Es frecuente comer mucho fuera de casa, sobre todo en vacaciones, algo que en numerosas ocasiones es causa de aumento de peso. Para evitarlo, elige siempre platos sencillos, sin salsas, comenzando de primero con una ensalada variada cuidando el aliño, después una proteína baja en grasas (pollo, pavo, pescado) y reemplazar el postre por yogur, una pieza pequeña de fruta, un café o una infusión.

Como necesito menos calorías en verano puedo prescindir del segundo plato

Si quieres llevar una alimentación completa, equilibrada y saludable en verano necesitas añadir un elemento principal a tu primer plato rico en proteínas. Por ejemplo, un huevo cocido o algo de pollo a tu ensalada. Aportarás la proteína básica. Si prefieres pescado, puedes añadir atún o enriquecer una tosta de pan integral o un plato de verdura con algo de salmón. ¡El pescado azul es fantástico!

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Excederse con el consumo de alimentos light

En ocasiones, con la intención de bajar de peso o mantenerlo, se recurre a los alimentos "light", pero lo cierto es que si no se presta atención al etiquetado, se pueden tener sorpresas. En este tipo de alimentos se reduce uno de sus nutrientes pero aumenta otro, así que estos productos suelen tener más grasas o azúcares que su versión normal. Además, mentalmente, se suele consumir mayor cantidad, pensando que engorda menos por ser “light”. Lo recomendable es leer bien el etiquetado y respetar el tamaño de la ración aconsejada.

Abusar de los helados

La venta de helados se dispara en verano por la necesidad de aplacar el calor con algo refrescante, pero su alto contenido en azúcares simples y grasas los convierten en enemigos de tu figura. Apuesta por los helados de agua, especialmente los polos que puedes hacer en casa con zumos de frutas sin azúcar, o los de yogur de frutas desnatados con bajo contenido en azúcar.

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Cenar fruta

Otro de los errores más frecuentes estando o no de vacaciones, es cenar sólo fruta, pensando que por ser baja en calorías, no engorda. Sin embargo, la fruta es rica en azúcares simples que si no se queman se transforman en grasas y se almacenan. La fruta debe consumirse en el desayuno, a media mañana o en la merienda, pero no por la noche.

No debo tomar platos contundentes y/o calientes en verano

Un plato de lentejas en pleno verano no te provocará nada malo. No ganarás peso, si es que no lo tomas como único menú y te entregas a la vida sedentaria. Te producirá una sensación de mayor saciedad que evitará el picoteo entre horas, además de aportarte la fibra necesaria para el correcto tránsito intestinal, más en esta época de cambios. Las legumbres son bajas en grasa, ricas en fibra, proteínas y muy saciantes, así que te ayudarán a equilibrar tu dieta en verano y a no engordar. Si un guiso no te apetece demasiado, apúntate a las ensaladas de legumbres.

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Para combatir la sed y no engordar puedo alternar el agua con zumos naturales

Los zumos naturales son sanos, puesto que están llenos de minerales y vitaminas esenciales. Son una de las estrellas de las famosas dietas detox, pero ¡ojo! la fruta tiene elevados índices de azúcar. Azúcar, ya se sabe, es sinónimo de calorías. Zumos sí, con moderación. Para hidratarse, lo mejor es el agua.

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