¡Las dietas más absurdas de las que todo el mundo habla pero a nadie le funcionan!
¿Cuántas veces has oido hablar de extrañas dietas que prometen milagros imposibles? ¿qué métodos para bajar peso no debes tener en cuenta? ¡Presta atención... y no las pongas en práctica!
Redacción MujerdeElite 3m 47s
Adelgazar. Lucir cuerpazo. Estrenar figura. Bajar peso. Reducir volumen. Combatir la celulitis. Muchas y muy variadas son las fórmulas que, día tras día, la sociedad se encarga de hacernos llegar como mensajes cifrados. Lo que antes eran consejos saludables para mejorar la calidad de vida y el bienestar ahora se convierten ya en las claves y el fiel reflejo de una obsesión del culto al cuerpo.
Muchos y, sobre todo, muchas se acogen a cualquier tipo de procedimiento que prometa conseguir alguna de las fórmulas enunciadas al comienzo... ¡aunque solamente hagan eso: prometer! Pero, ¿qué dietas no cuentan con ningún tipo de fundamento científico y no sirven para nada más que para jugar con las ilusiones de la gente que, en vez de conseguir la meta de bajar de peso solamente logran añadir una decepción más a su lista de métodos que no funcionan?
Existen muchas y muy diferentes: algunas son muy monótonas, mientras que otras, sin embargo, ofrecen tanta variedad que impactan y sorprenden a posibles adeptos. Sin embargo, todas ellas tienen varias notas comunes: se convierten en un grave riesgo para la salud, suponen una cuantiosa pérdida de dinero... ¡y lo que sí aseguran conseguir es la frustración que produce no ver ningún resultado! ¿Sabes cuáles han sido tan populares que han viajado a través de los medios de comunicación, de mano de las celebrities hasta ser difundidas de boca en boca? ¡Fíjate!
Dieta Rastafari
Se puso de moda en los años 70.
Esta técnica no es más que una apuesta vegetariana iniciada en Jamaica en plena época de éxito de Bob Marley.
Se trata de una dieta macrobiótica que se realizaba entre períodos que oscilaban entre dos y diez años.
Tuvo muchos seguidores y mereció una editorial del periódico "British Medical Journal" para desaconsejarla porque producía trastornos neurológicos por déficit de vitamina B12.
Se llegó a producir algún fallecimiento en alguno de sus seguidores.
Dieta del día de la fruta
Se basa en la ingesta de fruta fresca variada seis veces al día.
La fruta se puede tomar en forma de macedonia o como piezas sueltas.
La cantidad aproximada de fruta por día debe ser de 1.5 Kg.
Tiene un efecto diurético.
Aporta unas 1500 kilocalorías: ¡con esta cantidad de energía se puede hacer una dieta más equilibrada y variada!
Esta técnica consiste en una ingesta pobre en hidratos de carbono y grasas.
Indica que, diariamente, solo se deben consumir entre 600 y 900 kilocalorías.
Se trata de un programa englobado en las dietas cetogénicas, que prometen una pérdida inmediata de kilos (entre seis y siete en dos semanas), aunque, en realidad, muchos de estos kilos sí se reducen por la gran pérdida de líquidos que provoca.
Dieta adelgazante para mejorar la sexualidad
Es una dieta absurda a base de mariscos, ostras, almejas y berberechos asociados a la vitamina E.
Además de tratarse de un régimen caro (el marisco lo es), es muy desequilibrado.
No responde a ninguna razón fisiológica y, además, conlleva el riesgo de que puede incrementar
el ácido úrico.
Dieta del bikini
Se hizo popular a través de una actriz norteamericana y fue apoyada por un libro que llegó a ser un best-seller.
Se indica que se debe realizar en un período de siete días en los que se prometen pérdidas de peso muy importantes: ¡hasta cinco kilos!... ¿en siete días?
Esta dieta es muy pobre en calorías, pero muy rica en micronutrientes ya que está basada, casi en su totalidad, en ensaladas.
Es peligrosa, ya que si se lleva a cabo, por ejemplo, durante los períodos de menstruación, porque las pérdidas de hierro no se repondrán con este tipo de alimentación.
Dieta del pomelo
Este método atribuye al pomelo la propiedad de devoragrasas.
Promete pérdidas de hasta ocho kilos en una semana.
Los principales inconvenientes de este método es que el pomelo no aporta los nutrientes necesarios para que el cuerpo funcione de forma sana y adecuada.