La osteoporosis, conocida como la enfermedad silenciosa, es la patología de huesos más común que existe actualmente, llegando a afectar a un 35% de las mujeres españolas mayores de 50 años. A partir de los 70, la mitad de la población femenina la padece, con diferentes grados de intensidad.
Pasados los 65 años, una de cada dos mujeres y uno de cada cuatro varones tienen síntomas de osteoporosis, por lo que las medidas de prevención se deben llevar a cabo en todas las etapas de la vida de la mujer, desde el período prenatal hasta la menopausia.
En los países desarrollados la osteoporosis es ya considerada un problema sociosanitario de primer orden, que debido a que afecta a millones de personas en el mundo está generando una importante demanda de atención sanitaria.
La osteoporosis es una enfermedad en la que se va perdiendo masa ósea y el hueso se vuelve más poroso, delgado y frágil, resistiendo peor los golpes y rompiéndose con facilidad.
La masa ósea de una persona va aumentando a lo largo de su vida hasta llegar a un "pico máximo" alrededor de los 30 o 35 años. A partir de esta edad existe de forma natural una progresiva pérdida de masa ósea. Cuando la pérdida progresiva se acelera, lo cual ocurre en ciertas enfermedades o hábitos de vida o en el caso de la mujer al llegar a la menopausia, puede llegarse a la osteoporosis en edades precoces.
Se trata de una enfermedad sistemática y metabólica que afecta principalmente al tejido óseo, produciendo una pérdida de masa ósea con un deterioro de la arquitectura del hueso y aumento de fragilidad, lo que conlleva un riesgo elevado a padecer fracturas ante mínimos traumas, que en un paciente de edad avanzada puede plantear graves problema de salud y condicionar la calidad de vida.
Según el doctor Jaume Graell, director del Instituto Catalán de Reumatología y Enfermedades Óseas, la osteoporosis la sufren tanto mujeres como hombres, aunque ellos en menor frecuencia.
Las estadísticas señalan que 1 de cada 8 hombres padece un determinado grado de dicha patología, mientras que en mujeres lo sufren 1 de cada 3.
Es más común en mujeres que en hombres, dada la relación de los estrógenos con el metabolismo óseo. En la menopausia hay una supresión de la secreción de estas hormonas femeninas y se puede producir un desequilibrio siendo mayores las destruidas que las generadas, esto es lo que provoca la aparición de la osteoporosis.
Así, la enfermedad empieza a surgir a partir de los 50 años y la más común es la post-menopáusica.
En la aparición de osteoporosis influyen varios factores:
La osteoporosis se conoce como la "enfermedad silenciosa" porque en sus primeras fases no tiene ningún tipo de sintomatología. No es hasta que se entra en la fase de las fracturas, cuando uno mismo se da cuenta.
Por este motivo son muy importantes los controles para el diagnóstico precoz, realización de densitometrías óseas a los sectores de población de riesgo, especialmente las mujeres al inicio de la menopausia.
Algunos de los síntomas, a parte de las fracturas, son molestias del aparato locomotor que podrían estar causadas por microfracturas, disminución de la estatura debido a los aplastamientos vertebrales, dolor, limitación de movilidad, aumento de la curvatura de la columna dorsal, etc.
Para evitar llegar a padecer esta enfermedad, el Dr. Graell recomienda:
Para prevenir la osteoporosis es indispensable seguir una dieta rica en calcio. Pero no sólo en la leche y sus derivados encontramos este mineral, así que toma buena nota de los alimentos que no pueden faltar en tu dieta a fin de mantener una estructura ósea fuerte y sana.
Es transcendental seguir rigurosamente las pautas farmacológicas, del estilo de vida, los aportes necesarios y los controles sistemáticos para comprobar la respuesta del tratamiento y modificarlo, si es necesario.
Al tratarse de una enfermedad crónica, las consecuencias de no seguir un tratamiento de forma continuada pueden ser muy negativas.
Existen múltiples tipologías de osteoporosis: post-menopáusica, senil (relacionada con la edad), secundaria (por fármacos como la cortisona o quimioterapia), por enfermedades digestivas, inmunológicas o renales, por ingesta escasa de calcio y vitamina D, por ingesta exagerada de alcohol, tabaco, inmovilización prolongada, etc.
A pesar de todo ello, lo que ha hecho que este patología haya aumentado en nuestra sociedad se debe principalmente al incremento de la longevidad de la población y a la vida sedentaria.
Los refrescos de cola pueden llegar a comprometer tu salud ósea, es debido a que estas bebidas contienen ácido fosfórico, el cual puede provocar un desequilibrio entre el calcio y el fósforo. Este hecho convierte a estos populares refrescos en un producto descalcificante que en el caso de consumirlo de forma excesiva supondría no sólo un problema en aquellas personas que sufren de osteoporosis, sino también en los niños que aún no tienen el hueso formado.
Así pues, conviene evitar el consumo de estos refrescos o al menos dejarlos para ocasiones puntuales.
A partir de los 70, la mitad de la población femenina padece osteoporosis, con diferentes grados de intensidad.
La osteoporosis no tiene ningún tipo de sintomatología en las primeras fases.
La vida sedentaria es una causa del aumento de la osteoporosis en nuestra sociedad.
Esta enfermedad aumenta en países con menos horas de luz solar.
La osteoporosis es más común en mujeres que en hombres por la relación de los estrógenos con el metabolismo óseo.