El oso de los sueños representa generalmente un hombre o una mujer fuertes, hábiles o maliciosos que se complacen en el mal. También puede simbolizar un ladrón, un enemigo influyente que se esfuerza en perjudicar al soñador.
Cuando el durmiente se ve acometido por un oso o se le ve entrando en la propia casa se debe esperar algún ataque.
Subir sobre un oso o matarlo es un buen signo: el soñador superará los obstáculos y vencerá a sus adversarios.
Una mujer que sueñe con un oso debe desconfiar de rivales o envidiosas.