Para ayudar a eliminar las imperfecciones de la piel y las marcas que deja el acné, pon a hervir un poco de leche con una aspirina hasta que esté perfectamente disuelta, retirar del fuego y esperar a que se temple. Aplicar sobre el rostro (evitando la zona del contorno de ojos) con un algodón y dejar actuar 10-15 minutos. Finalmente se aclara con abundante agua fría.
Secar la piel mediante ligeros toques con una toalla limpia.
El resultado de forma inmediata es una piel más suave y limpia, con menos marcas.