
La salud ocular es algo muy importante para el bienestar aunque una elevada parte de la población padece alguna alteración.
La afectación más común es la presbicia, lo que conocemos como "vista cansada", y consiste en la pérdida de la capacidad para enfocar objetos cercanos. Se trata de un proceso natural del ojo debido al deterioro que sufre con la edad su lente natural, el cristalino, que se vuelve más rígido, por lo que pierde capacidad de enfoque. Es, por tanto, una situación por la que la mayoría de la población pasa al superar los 40 o 45 años, mostrando una alta prevalencia. A pesar de esta afección casi masiva, lo cierto es que el 55% de las personas mayores de esta edad desconocen el concepto de “presbicia” y aseguran que se trata de “no ver bien de cerca”.
Estos son los síntomas y posibles tratamientos para la vista cansada o presbicia:
En cuanto a los métodos de corrección de la presbicia, según explican los oftalmólogos de Clínica Baviera, al ser un problema generado por la edad y que no se puede prevenir, es importante tomar medidas en cuanto se sientan los síntomas para evitar la incomodidad que este defecto visual genera. La opción más habitual es la del uso de gafas, empleada por 9 de cada 10 personas con presbicia, aunque también existen técnicas quirúrgicas muy efectivas para tratarla.
El procedimiento quirúrgico más común es la sustitución del cristalino envejecido por una lente intraocular multifocal que hará su función y que permite que el paciente pueda enfocar a varias distancias (lejana, intermedia y cercana) sin depender constantemente de las gafas de cerca.
Así, ante las diferentes opciones disponibles, las personas con presbicia o vista cansada podrán mejorar su calidad de vida. Eso sí, lo más importante, es siempre visitar al especialista que realizará un exhaustivo estudio oftalmológico para determinar que posible solución es más adecuada.
En las personas de más de 65 años la afección más común es el Síndrome del ojo seco y la Degeneración Macular Asociada a la Edad.
En los niños, lo más frecuente es la miopía y por eso es importante estar atentos para detectar síntomas que pueden significar que no ven bien. Algunos de los síntomas que pueden hacernos sospechar son, entre otros, el acercarse mucho al libro al leer o a la televisión, torcer o desviar un ojo, frotar o presionar habitualmente los ojos y por supuesto que no vean bien la pizarra o las proyecciones en el cole.
Una vez se ha detectado miopía en un paciente, es necesario llevar gafas. Aunque parezca que si te habitúas al uso de éstas la vista puede volverse vaga, no es cierto. Es necesario que las uses para ver correctamente, corregir completamente el problema y que tu ojo trabaje en las mejores condiciones posibles.
Las lentillas pueden usarse en función de la calidad de la película lagrimal, la superficie corneal y la curvatura de la superficie corneal. Existen casos en que la lentilla no se adapta y es más perjudicial que beneficioso utilizarlas.
También es importante una buena prescripción de la lentilla adecuada a cada persona, así como una buena higiene y mantenimiento por parte del usuario.
Existen algunos peligros en el uso de las lentillas si no se usa la indicada al paciente y a la patología. La higiene es importante, así como las siguientes medidas:
También es muy común tener la duda de si merece la pena operarse de miopía y si se verá perfectamente después. Habitualmente se corrige el 100% de la miopía, pero a veces hay otras alteraciones en el ojo que con la cirugía no se arreglan. Las dioptrías sí que se corregirán.
¡Cuida tus ojos y presume de tener una mirada perfecta y con glamour!