Es una planta que se presenta con tallo erguido, de hojas ovales y flores rojas que puede llegar a tener unos 60 centímetros de altura. Se cultiva para utilizar sus hojas secas como condimento culinario. Forma parte del adobo con que se preparan, por ejemplo, las aceitunas.
En los platos de carne, suele utilizarse en los asados y guisos de buey y lechal. En los pescados es fundamental en el adobo del pescado que se fríe a la gaditana, en la pescadilla adobada con orégano, pimentón y vinagre. En la parrillada de pescado, las gambas, y en general los rellenos de pescado, es un condimento importante.
También da un buen sabor a los huevos picantes, a la tortilla y al revuelto. Las sopas de tomate, Minestrone y las sopas de verdura resultarán deliciosas con un toque de este condimento.
El orégano dota de frescura las salsas de tomate, platos con verdura y carne asada, además de ser el condimento por excelencia de cualquier pizza. Eso sí, debe usarse con moderación porque su fuerte aroma puede anular el de otros ingredientes. En general, da un gusto muy mediterráneo a muchos platos.
Te aconsejamos que, para que el orégano no pierda su sabor, no lo cuezas más de 10 o 15 minutos como máximo.
Además, el orégano posee virtudes digestivas empleándose como tisana después de las comidas. Si se tienen problemas de gases y flatulencias, ayuda a eliminarlos si se consume en forma de infusión. En algunos lugares se emplean sus flores como estomacal aperitivo y digestivo. Anteriormente se utilizaba para aromatizar la cerveza, para darle más fuerza como conservante.
Por si fuera poco, el orégano es ideal para mantener la memoria en plena forma. Acostúmbrate a aderezar las comidas con orégano. Esta especie aromática es rica en naringenina, sustancia que favorece la circulación sanguínea y mejora el riego cerebral. Si lo prefieres puedes consumir infusiones de orégano preparándolas con una cucharada por taza de agua.
También, investigadores norteamericanos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos han descubierto que una cucharada de orégano natural contiene más antioxidantes que una manzana entera. No te cortes y añádelo a cualquier plato, incluso para condimentar ensaladas. Tu salud de lo agradecerá.
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