Para evitar que al poco tiempo de aplicar la sombra de ojos se acumule en los pliegues de los párpados, es de vital importancia que la piel esté lo más seca posible.
Así, olvídate de aplicar productos hidratantes (contorno de ojos, corrector o base de maquillaje) y extiende, antes de aplicar las sombras, una fina capa de polvos transparentes. Verás como así, las sombras se adherirán mucho mejor y resultarán más duraderas.