Triunfa con un menú vegetariano

Triunfa con un menú vegetariano

Frutas, verduras y hortalizas están en su mejor momento y ponen a tu alcance novedosas propuestas culinarias sanas, sabrosas, originales y fáciles de hacer. ¿Quieres sorprender con un menú cien por cien vegetal que resulte irresistible?

5m 32s
La idea de que la cocina vegetariana se limita a las clásicas ensaladas o que sus platos sólo están indicados para bajar de peso es un error. Existen multitud de recetas para llevar a la mesa un menú exquisito, sorprendente y equilibrado que no se incluya ingredientes como la carne y el pescado.

Cereales integrales, legumbres, frutos secos o alimentos menos conocidos como el tofu, las algas, la soja y sus derivados o el seitán (gluten de trigo) han ampliado las posibilidades de la cocina vegetariana ofreciendo nuevas texturas y sabores en platos saludables.

Frutas y verduras son esenciales para la alimentación. Aportan vitaminas, minerales y son una excelente fuente de fibra natural, básica para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Sus posibilidades culinarias son muy amplias y además sus características: sabor, textura e incluso sus llamativos colores permiten absoluta creatividad a la hora de presentar platos atractivos al paladar y a la vista.

Olvídate de los hervidos

Un menú vegetariano no tiene porqué ser aburrido. Verduras al horno gratinadas, distintos ingredientes salteados en wok, cremas refrescantes, pastas y arroces absolutamente innovadores, parrilladas vegetales, hojaldres crujientes… hay muchas más posibilidades de las que imaginas. Algunos platos que pueden ayudarte a elaborar tu menú vegetal son:

Entrantes y primeros

Importantísimos para el éxito de tu propuesta vegetariana. Cuida especialmente la presentación y lleva a la mesa divertidos contrastes de colores en forma por ejemplo de:

TOMATES RELLENOS

Coge un tomate de ensalada por persona y vacía parte de la pulpa (conserva la "tapa").
Mezcla la carne del tomate con media tacita de arroz blanco hervido, mayonesa y alcaparras (o aceitunas) y rellénalos. Déjalos reposar en la nevera y preséntalos en una fuente sobre un manto "verde" (lechuga, escarola, berros…)

BERENJENAS RELLENAS

Divide la hortaliza en dos mitades. Vacía parte de cada una de ellas (sin romper la
cáscara). Trocea la carne de la berenjena y sofríela con un poco de aceite junto a trocitos de pimiento, cebolla y ajo. Añade a la mezcla unas cucharadas de tomate frito e incorpórala al interior de la berenjena. Cubre con queso rallado y gratina al horno unos minutos.

¡Idea!
Si quieres un primero más contundente. Hierve un poco de arroz y añádelo también a la mezcla.

HOJALDRE DE VERDURAS


Sobre una masa de hojaldre precocinado, previamente estirado con el rodillo, ve colocando filas de verduras alternando, por ejemplo, rodajas (muy finas) de berenjena, cebolla, calabacín, tomate y pimiento. Introduce esta bonita "tarta" en el horno previamente precalentado, unos 20 minutos a una temperatura de 220º. Una vez hecha y para que quede más jugosa, rocíala con unas cucharadas de aceite de oliva a las que habrás incorporado unos ajos machacados y un poco de orégano.

ROLLITOS DE ACELGA

Lucirán como el sushi pero sin pescado. Utiliza una hoja de acelga fresca y dura por comensal. Córtales el tallo y dales un hervor en agua con sal. La base del relleno será el arroz (mejor integral) acompañado de frutos secos, por ejemplo pasas y piñones, almendras y avellanas picadas, entre otras opciones. Mezcla el arroz con los ingredientes que hayas elegido y dales una vuelta en la sartén con un poco de aceite. Condimenta a tu gusto con sal, pimienta, eneldo, albahaca… lo que prefieras. Coloca una pequeña porción en cada hoja de acelga y haz el rollito.

Si quieres, una vez frías puedes cortarlas en ruedas (te será más fácil si las envuelves en film transparente y las dejas una hora en la nevera), así se verá el contraste entre el blanco del arroz y el verde de la acelga.

Sopas y cremas

Fáciles de hacer y perfectas como primer plato. La base es muy sencilla y puedes hacerlas con tu verdura preferida: calabacín, calabaza, zanahoria, espinacas…

CREMA DE CALABACÍN

Pela y corta en rodajas finas los calabacines (calcula 1 calabacín pequeño por persona o ½ si son grandes). En una sartén dóralos unos minutos con unas cucharadas de aceite. Añade 1 cebolla cortada en tiras y cocínalas junto al calabacín otros cinco minutos. A continuación añade agua o caldo de verduras hasta cubrirlas y déjalas a fuego lento 15 - 20 minutos. Cuando la cebolla y el calabacín estén tiernos y aún quede caldo, mezcla en conjunto con ayuda de una batidora. Añade un quesito (de los de porciones) por cada ración y vuelve a batir. La crema está lista.

¡Idea!
Si quieres un sabor más suave (perfecto para niños) añade unas rodajas de patata.

Otras opciones

La pasta, el arroz y las legumbres pueden ser la base de numerosos platos muy adecuados como segundos o para compartir. Por ejemplo:

ENSALADAS DE ARROZ, PASTA O LEGUMBRES

Utiliza arroz o pasta integral y añade los ingredientes que más te apetezcan por ejemplo: maíz, guisantes y zanahoria; brotes de soja y tiritas de puerro; trocitos de pimiento, cebolla y calabacín; champiñones y bechamel de soja (sólo para la pasta), etc.

Con las legumbres puedes hacer refrescantes y nutritivas "ensaladas", añadiéndoles, una vez hervidas, una contundente y original vinagreta (por ejemplo con cebolleta, pimiento, cebollino y albahaca).
Si eres de las que incluye el huevo en la dieta vegetariana tienes otras propuestas como las tortillas paisanas (divididas en cuadraditos son un magnífico aperitivo) o los flanes y pudines.

Por último una buena idea para este verano es sorprender con una barbacoa en la que chorizos y panceta sean sustituidos por rodajas de berenjenas, calabacines, cebolla, patatas aderezadas con comino en grano, junto a espárragos, tomatitos cherry, etc. Todo a la brasa, con un toque adecuado de sal gorda, resultará un éxito.