Según cifras de los últimos estudios realizados por la Sociedad Española de Contracepción (SEC), los jóvenes de hoy en día conocen perfectamente los riesgos de no utilizar métodos anticonceptivos, pero aún así, por diferentes motivos, dejan de usar protección en los momentos clave, como afirman un 39% de ellos. Una cifra alarmante que provoca un elevado número de interrupciones voluntarias del embarazo, llegando a unas 11.000 en España, según los expertos.
De todos modos, los problemas que existen con los anticonceptivos no son sólo cosa de jóvenes. Aún se encuentra un gran porcentaje de nuestra sociedad que sigue temiendo a según qué métodos anticonceptivos por sus efectos secundarios o teniendo creencias falsas sobre estos.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Anticoncepción, la ginecóloga Carmen Sala, analiza algunos de los falsos mitos que aún siguen estando presentes entorno a los diferentes métodos anticonceptivos.
Ante todo, es muy importante recordar que, cuando una mujer decide usar métodos anticonceptivos, primero tiene que visitar a un ginecólogo ya que no todas las mujeres son aptas para iniciar un tratamiento hormonal. Además es muy importante que el médico asesore la dosis y la vía de administración más indicada para cada caso. No hay un método anticonceptivo ideal, hay que adaptarlo a las características de cada mujer. Así, existen una gran variedad de métodos anticonceptivos, cada uno con unas caracterísiticas diferentes. La elección del método idóneo depende de varios factores:
Se aconseja siempre individualizar el método a las características específicas de cada mujer. "No es lo mismo una adolescente con relaciones esporádicas, en cuyo caso lo ideal sería que usara preservativo, o una mujer madura con hijos, que ha dedicido no tener más y que podría optar por una ligadura de trompas", asegura la Dra. Sala.
No obstante, el método anticonceptivo que se usa más es el preservativo. En segundo lugar se encuentran los sistemas hormonales, tanto por vía vaginal como es el caso del anillo vaginal, en las pacientes más jóvenes, como por vía oral, como son las pastillas anticonceptivas.
Los métodos anticonceptivos han evolucionado mucho en poco tiempo y por ello, aún perviven falsas creencias sobre estos. Las dosis han disminuido drásticamente desde los primeros anticonceptivos y la composición ha variado en cuanto a la eficacia de las hormonas y disminución de interferencias metabólicas.
Los mitos más comunes están relacionados con la disminución de la líbido, el incremento del riesgo de sufrir enfermedades cancerígenas, el posible efecto sobre la fertilidad y otras falsas creencias que pueden desmentirse fácilmente con una información médica rigurosa.
Aunque es uno de los métodos anticonceptivos más usados y populares, bien es cierto que alrededor de la píldora anticonceptiva existen una gran cantidad de mitos.
En primer lugar, debes conocer cómo funciona la pastilla anticonceptiva. La píldora es un método anticonceptivo que se toma diariamente. Contienen dos tipos de hormonas femeninas: estrógeno y progesterona. En función de estas hormonas, el tipo de anticonceptiva es distinto: así, nos encontramos con píldoras combinadas y con otras que son progestínicas. Ambas son eficaces para prevenir embarazos no deseados, y será el ginecólogo el que recetará una u otra en función de las necesidades de tu organismo y condiciones particulares.
Pero, además de prevenir el embarazo, la píldora también ayuda a regular los periodos menstruales que son irregulares, reduciendo, además, la cantidad y longitud del sangrado menstrual. Por otra parte, también es recetada para detener el acné.
El uso de la píldora anticonceptiva ha ocasionado que se forme una larga lista de leyendas en torno a sus efectos secundarios:
No obstante, pese a que el uso de la píldora anticonceptiva es muy recomendado por muchos ginecólogos, especialmente en mujeres jóvenes, se debe resaltar que no previene de las enfermedades de transmisión sexual, como sí lo hace el preservativo
Cuando una mujer decide usar métodos anticonceptivos, primero tiene que visitar a un ginecólogo ya que no todas las mujeres son aptas para iniciar un tratamiento hormonal.
No existe un método anticonceptivo ideal, hay que adaptarlo a las características de cada mujer.
Los mitos más comunes están relacionados con la disminución de la líbido, el incremento del riesgo de sufrir enfermedades cancerígenas o el posible efecto sobre la fertilidad.