La piña, rica en vitaminas y minerales, es una de las frutas de mayor poder diurético, lo que la convierte en un excelente aliado a la hora de prevenir y combatir la retención de líquidos. Su alto contenido en potasio incrementa la acción depurativa que ejerce en el organismo, ayudando a eliminar grasas y toxinas con mayor facilidad. La piña contiene una gran cantidad de agua y su aporte calórico es mínimo.
En su composición, tampoco hay que olvidar la presencia de bromelina, enzima que favorece el correcto proceso digestivo. Por si todo esto fuera poco, ¡está buenísima! y puedes tomarla de múltiples formas que, tal vez, no se te hayan ocurrido.
Sola, en rodajas, o en forma de zumo, la piña natural aporta múltiples beneficios saludables que se traducen en una silueta armoniosa, por lo que no tardó en nacer la popular dieta de la piña.
Además, con sus trozos puedes preparar originales brochetas, facilísimas de hacer, tanto dulces como saladas. Antes de montarlas, es importante cortar la piña en trozos de manera que no queden pedacitos de piel externa y eliminar, también, el tronco interno, la parte más dura y fibrosa. Puedes alternar los trozos de piña, por ejemplo, con otras frutas (fresa, plátano, kiwi…) y obtendrás un postre saludable lleno de sabor y color. También combina de manera deliciosa con pescados y mariscos. Alterna un pedazo de rape o congrio, previamente hervido, con uno de piña y una cola de gamba pelada. El contraste de sabores es una delicia.
Salsa de yogur light
Si quieres una presentación espectacular para sorprender en una ocasión especial, seguro que tu piña rellena de marisco no deja indiferente a ninguno de tus invitados. Necesitas una piña natural por cada dos personas. Parte cada una por la mitad y saca la pulpa. Trocéala desechando la parte más dura y reservando el jugo. Aparte, prepara el relleno mezclando en un bol trocitos de palitos de cangrejo, unas colas de gamba peladas, unos tacos pequeños de jamón york y unas cucharadas de maíz dulce. Mezcla y liga todos los ingredientes con ayuda de unas cucharadas de yogur natural. Añade el zumo de piña sobrante y vuelca el contenido en cada una de las dos mitades de piña. Realmente ¡espectacular!
La mezcla piña-pasta es otra de las que resultan un éxito seguro. Puedes preparar, por ejemplo, unas espirales con tacos de piña y tiras de salmón ahumado. Simplemente tendrás que hervir la pasta al dente, escurrir e incorporar el resto de ingredientes. Condimenta con sal, pimienta, aceite de oliva y un pellizco de eneldo. Por último, si quieres dar a un guiso tradicional un toque de lo más oriental, una receta muy sencilla es el magro de cerdo con piña (también lo puedes hacer con ternera dejando más tiempo de cocción). Calcula media piña por cada medio kilo de carne. También necesitarás media cebolla, el zumo de medio limón y un vaso de caldo (verduras, pollo o carne).
¡Truco! Para realzar el dulzor de la piña fresca sin tener que añadirle azúcar o almíbar, déjala toda la noche cortada por la mitad boca abajo. Además, cuando vayas a comprar piñas, ten en cuenta que por regla general las de menor tamaño tienen un sabor más intenso y dulce que las mayores. A su vez, para realzar el sabor de la piña, puedes rociarla con unas gotas de lima o limón antes de servir. Este truco también sirve para evitar que la pulpa se oscurezca.
Las ensaladas que incluyen piña entre sus ingredientes son otra buena idea para disfrutar de un entrante irresistible y bajo en calorías. Prueba a preparar la tuya con unas hojas de lechuga cortadas muy finas, en juliana. Incorpora unas tiras de pechuga de pollo asada (puedes aprovecharla si te ha sobrado de otra receta). Añade unos taquitos de piña (no muy grandes), salpimenta y aliña con unas cucharadas de salsa rosa o aún más ligero, con salsa de yogur light o incluso una salsa de yogur y queso de cabra.
Añade la piña a tus ensaladas y cócteles de marisco, conseguirás un entrante sabroso, nutritivo y ligero.
La piña contiene "bromelina", una enzima que favorece el correcto proceso digestivo, por lo que resulta ideal combinarla con carnes y asados para evitar la temida sensación de pesadez e hinchazón tras su ingesta.
La mezcla piña-pasta es otra de las que resultan un éxito seguro. Puedes preparar, por ejemplo, unas espirales con tacos de piña y tiras de salmón ahumado. Simplemente tendrás que hervir la pasta al dente, escurrir e incorporar el resto de ingredientes. Condimenta con sal, pimienta, aceite de oliva y un pellizco de eneldo.
Anímate a preparar originales brochetas con piña, facilísimas de hacer, tanto dulces como saladas. Antes de montarlas, es importante cortar la piña en trozos de manera que no queden pedacitos de piel externa y eliminar, también, el tronco interno, la parte más dura y fibrosa. Puedes alternar los trozos de piña, por ejemplo, con otras frutas (fresa, plátano, kiwi...) y obtendrás un postre saludable lleno de sabor y color.
Unas sencillas brochetas de piña y sandía pueden convertirse en tu postre estrella esta primavera-verano para cuidar la figura y sorprender a tus invitados.
La piña, rica en vitaminas y minerales, es una de las frutas de mayor poder diurético, lo que la convierte en un excelente aliado a la hora de prevenir y combatir la retención de líquidos. Además, su alto contenido en potasio incrementa la acción depurativa que ejerce en el organismo, ayudando a eliminar grasas y toxinas con mayor facilidad.