Así ahorrarás tiempo, dinero y calorías en las comidas y cenas navideñas
Si tu objetivo esta Navidad es el “triple ahorro” (tiempo, dinero y calorías), no te pierdas estos consejos prácticos muy útiles para las comidas y cenas navideñas.
Recurrir al socorrido catering o salir fuera a comer o cenar durante las fechas navideñas son algunas de las tendencias que, poco a poco, se van imponiendo. Aunque todavía hay una que permanece imbatible: festejar la Navidad en el hogar. Quebraderos de cabeza para confeccionar un menú que satisfaga a todos los paladares, para elegir la mantelería o el lugar donde colocar a los familiares más "problemáticos", si los hay, y jornadas casi maratonianas entre fogones son escenas que se repiten año tras año durante estas fiestas.
Para aliviar la carga de trabajo y ahorrar dinero al mismo tiempo, no te pierdas todos los consejos prácticos que recopilamos para entrantes, carnes, pescados y postres con los que sacar máximo rendimiento al tiempo invertido en la cocina, y de paso, ayudar a que los menús sean equilibrados y saludables sin que ello repercuta en tu bolsillo.
Entrantes
Dulce y salado. Rendirá mucho más y ganarás en sabor si combinas los ibéricos, pescados ahumados y patés con tostadas o tostadas impregnadas en sirope, un coulis o jarabe dulce. De esta manera se consigue un contraste agradable entre lo dulce y lo salado.
Ensaladas. Los ingredientes más grasos pueden formar parte de ensaladas. Así, una ensalada de cogollos con salmón ahumado y vinagreta de mandarina es un plato sofisticado y apropiado en el que se utiliza, además, una fruta de temporada con otro producto más calórico como el salmón. No te pierdas nuestra receta de ensalada de verduras al vapor con salmón ahumado, así como esta deliciosa ensalada de manzanas, remolacha, trucha ahumada y picatostes.
Cóctel en verde. En el momento de elaborar un cóctel de marisco conviene acompañarlo de algunas verduras, lechugas y frutas para que resulte más digestivo, refrescante y ligero, además de sumar interesantes contrastes de sabores.
No solo mayonesa. El exceso de mayonesa y salsa rosa en los cócteles de marisco dificulta la digestión y suma muchas grasas y calorías. Es posible sustituirlas por una mezcla de vinagreta suave con ciertos toques de frutas, así se obtiene un entrante más suave, digestivo y económico. Puedes probar esta salsa de aguacate ligera, rica en grasas saludables y perfecta para ensaladas. También puedes elegir una mayonesa de tofu. Y aquí tienes una completa selección de vinagretas para aderezar todo tipo de platos.
Carnes
Congelar. Una opción interesante es comprar con antelación la carne y congelarla. Sin embargo, no todas las carnes quedan igual de jugosas después de pasar varios días, o incluso semanas, en el congelador. Platos como la caldereta o el estofado de cordero son preparaciones que sí lo admiten ya que, una vez descongeladas y cocinadas, resultan muy jugosas en salsa.
La mejor manera. Para congelar cualquier tipo de carne es recomendable que las piezas estén limpias y envueltas en pequeñas cantidades o en raciones individuales para que su aprovechamiento sea mayor.
Descongelar. Para descongelar la carne, conviene sacarla con antelación del congelador y colocarla en el frigorífico. No debe entrar en contacto con los jugos que sueltan en la descongelación, de manera que puedes ponerla en un escurridor con una bandeja debajo para que los recoja.
Carne de caza. Si se elige la carne de caza, el congelado es recomendable ya que permite que se rompa la fibra tan firme que tienen estas carnes, de manera que se degustarán más tiernas.
En salsa. Un acompañamiento perfecto de las carnes es por ejemplo una salsa de setas, un recurso que da buenos resultados con las carnes congeladas.
Guarniciones. Para acompañar las carnes, sean o no congeladas, es recomendable elaborar pequeñas ensaladas con diversidad de hojas: lechuga, escarola, lollo rossa, rúcula, canónigos, etc. Sumarán puntos en decoración y ayudarán a digerir los platos.
Pescados
Máximo rendimiento. Si se compran pescados enteros, como rape o merluza, se puede aprovechar su cabeza para elaborar un fumet (caldo de pescado), e incluso es posible reservar las espinas de los pescados con este mismo fin. Cuando la opción para comer o cenar es merluza, conviene pedirle al pescadero que la corte en trozos, ya sea en rodajas o en lomos. El rape se puede cortar en medallones gruesos. Así, es posible guardar las diferentes porciones de pescado y congelarlas, de manera que sólo se utilicen las piezas que se vayan a consumir.
En salsa. Al igual que la carne, conviene cocinar el pescado congelado en salsa, pues en el proceso de congelación y descongelación es frecuente que el pescado pierda sus jugos propios.
Con antelación. Las sopas de pescado y cremas de marisco ganan intensidad de sabor cuando se cocinan de un día para otro y se guardan después en la nevera. Lo mismo ocurre con los guisos marineros, chipirones o calamares en su tinta.
Punto de sal. Si el pescado se cocina en salsa un día antes de servirse, es preferible dejar que la elaboración peque de sosa ya que en el reposo dentro de la nevera, el sabor se concentra y es probable que se sale en exceso.
Postres
Nada de sobras. Los postres son uno de los platos que más sobras generan. Para no desaprovecharlas, es posible crear nuevos postres a partir de los restos de otros: helado de turrón, mousse de turrón o de mazapán, utilizar los guirlaches triturados para acompañar a las ensaladas al igual que las frutas desecadas…
De temporada. Los postres caseros elaborados con frutas del tiempo, como una compota de Navidad, una tarta de peras de invierno, una compota de peras o un pudding de castañas, son platos recomendables desde el punto de vista nutricional y económico porque se utilizan productos de temporada, que están a buen precio y en su mejor momento.
Turrones y mazapanes, los más sanos. Los turrones y mazapanes, los más sencillos, los de almendras, resultan más adecuados que los polvorones y mantecados. Los primeros, aunque son muy ricos en calorías y con un alto contenido en grasa, destacan por la buena calidad de su grasa debido a que su ingrediente principal son las almendras, ricas en ácidos grasos insaturados (grasa buena). Sin embargo, uno de los ingredientes básicos de polvorones y mantecados es la manteca de cerdo o la mantequilla (ambas ricas en grasa saturada) que se mezcla con harina y saborizantes como la canela, el vino, limón… Para no renunciar a ellos, lo mejor es elegir versiones de estos dulces navideños elaboradas con aceite de oliva en lugar de manteca.