¿Preparada para Nochevieja? Descubre los consejos más eficaces para evitar la resaca y lo que sí funciona y lo que no a la hora de combatir sus molestos síntomas.
Estos días se abusa del alcohol y no siempre de manera consciente. Los compromisos sociales se unen a las cenas y comidas familiares y junto a las celebraciones de empresa se diseña todo un calendario de consumo de bebidas alcohólicas. Aunque no bebamos con la intención de cambiar nuestro humor, lo que popularmente se conoce como achisparnos, el exceso de comida junto con el exceso de grados de alcohol en la bebida produce lo que se conoce como resaca.
Y es ahora en Nochevieja cuando se unen los elementos “perfectos” para provocar la clásica y temida resaca de Año Nuevo: una cena copiosa y un consumo elevado de alcohol, los principales quebraderos de cabeza durante la última noche del año.
La resaca empeora con la edad y sus síntomas son más intensos en la mujer
La resaca es peor a medida que aumenta la edad y también en el caso de la mujer. Según explica el experto en salud Ata Pouramini, el nivel de agua en al organismo es inferior en el caso de ellas, que, por otro lado, tienen una menor tolerancia al alcohol, debido a la acción de la enzima alcohol deshidrogenasa.
En cualquiera de los casos la terrible resaca se materializa en síntomas como dolor de cabeza, malestar general, mareos, vómitos e incluso incapacidad para levantarse de la cama. La resaca post-alcohol así como la pesadez que se produce después de una cena contundente, dejan el cuerpo en reposo y deshidratado, ya que el flujo de sangre y la energía se concentran en el proceso digestivo, lo que provoca cansancio y un estado anímico bajo.
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Consejos para evitar la resaca y lo que sí funciona contra ella
Para evitar que tras una agitada Nochevieja iniciemos el año de tan mala manera, ten muy presentes estos consejos y descubre lo que sí funciona y lo que no contra la resaca:
La mejor defensa es un buen ataque, por lo que es importante preparar el cuerpo para los excesos durante el convite y la fiesta. Conviene elegir los alimentos más completos para no distar de una comida saludable normal, y así evitar digestiones muy pesadas o una mala resaca. Alimentos proteicos y con grasas buenas y fácilmente digeribles como el salmón y, sobre todo, no escatimar en los vegetales: compensa un plato graso con una buena ración de verduras. Además, para evitar el clásico ardor después de una comida contundente, nada mejor que comer de forma lenta y masticando bien, así como evitar alimentos puedan provocar acidez, como el chocolate o alimentos muy grasos. Como “barrera protectora”, un vaso de leche desnatada o cambiar el licor de la sobremesa por una infusión de manzanilla será de gran ayuda.
El principal síntoma de la resaca, el dolor de cabeza, es fruto de la deshidratación, puesto que el alcohol es muy diurético y fomenta la producción de orina. Para contrarrestarlo, se hace imprescindible beber mucha agua y complementarlo con alimentos que hidraten como la fruta o los caldos de verduras.
Para la cena, apóyate en la vitamina B12: atún, sardinas o algo de marisco. En Navidad, es posible que te lo encuentres en la mesa.
Tras una larga noche plagada de excesos, la recomendación para el desayuno es una infusión de té con jengibre. Si se añade un huevo, pasado por agua, mucho mejor.
Para contrarrestar las bajadas de azúcar y de minerales, se aconsejan comidas pequeñas, y snacks revitalizantes como el plátano y las nueces.
En la comida no pueden faltar las hojas verdes: espinaca y también achicoria. Vitaminas y minerales esenciales para la resaca.
Huye de los remedios populares como "limpiarse en la sauna", el truco que en su día recomendó la actriz Gwyneth Paltrow. La combinación de alcohol, altas temperaturas y sudor te puede conducir a un nivel alarmante de deshidratación. Es un mal consejo y muy peligroso.
Nada de copas. Así comienza el círculo vicioso del alcohol. Mañana será otro día y debes limpiarte por dentro.
Nada de tomar paracetamol o ibuprofeno. El hígado ha sufrido mucho en la metabolización del alcohol. Si combinas éste con los medicamentos, puedes provocar daño hepático.
No te envalentones con la mejoría de después de comer. Es preferible olvidarse del café, porque es diurético y favorece la deshidratación, además de que no ayudará ni al esófago ni al estómago.
