Si buscas que tu mirada no pase desapercibida y quieres darle profundidad y magnetismo, sombrea con tonos oscuros (antracitas, berenjenas, morados, azules intensos...) y aplica después puntos de luz con sombras en nácar o marfil bajo el arco de la ceja y junto al lagrimal.
Asegúrate de aplicar dos capas de rímel en negro para conseguir unas pestañas con personalidad, espesas e interminables.
Si quieres, como colofón para almendrar el ojo, levantar el párpado y alegrar la mirada, coloca dos o tres pestañas postizas en el rabillo del ojo. El resultado es muy natural.