Truco
Para que los mejillones frescos te duren en el frigorífico al menos una semana sin que se alteren, colócalos primero en un recipiente (jamás en una bolsa de plástico), después añádeles sal, revolviéndolos bien para que quede la sal pegada a los mejillones y por alrededor.
Así se simula el ambiente que tendrían en el mar y no mueren.
Guárdalos en la nevera, no en el congelador.
Fuente: mujerdeelite.com