¿Cómo elegir las joyas que más me favorecen?

¿Pendientes grandes o pequeños? ¿Collares largos o gargantillas? ¿Dorados o plata? según la forma de tu cuerpo, tu pelo, tus facciones o tu maquillaje, te favorecerán más unas joyas u otras. ¿A qué esperas para saberlo?

Foto Elige las joyas que más te favorecen

Pieles morenas

Tanto si eres de piel algo oscura o estás bronceada en verano, el color dorado favorece mucho más. Así podemos llevar perfectamente una gargantilla color oro, un colgante más grande rematado con una gran pieza en este color o pendientes algo extremados también en oro.

Los brazaletes a medio brazo suelen dar un aire de misterio y quedan muy bien en verano. Además, recomendamos los colores rojo, dorados y marrones tierra. Si tienes los brazos algo gruesos, mejor deja los brazaletes para ponerlos en las muñecas.

A su vez, las piezas en metal dorado y en madera (tanto en anillos como en colgantes) son otras opciones para las mujeres con este tipo de piel.

Para las rubias

Si por el contrario, tienes la piel más clara y el pelo castaño claro o rubio te sentarán mucho mejor las joyas en plata. Podrás lucir joyas o bisutería especial a base de colores algo más fríos, como el azul o el gris.

Para las castañas y morenas

Como hemos señalado, el color dorado es el que más favorece. Pero éste debe ir combinado con un tipo de piedras adaptadas a tu tipo de piel y color de pelo. Serán perfectas las de tipo ámbar (amarillo, rojo o marrón), tanto en collares, como en pulseras.

Oro para las pelirrojas

Con este tono de pelo es más fácil realizar muchas combinaciones. En general, queda mucho mejor el color dorado, especialmente en pendientes tipo aro y los colgantes con corazón en oro. Ahora bien, los anillos en plata o los collares en este color pueden quedar estupendamente. Evita, sobre todo, abusar de las piezas rojas, como los rubíes.

Las perlas: cuándo usarlas

Si eres muy blanca de piel, te quedarán mejor las perlas de colores para contrastar. Pero las perlas en tono beige o marfil siempre quedan mejor cuando estamos morenas por los rayos del sol. De todas maneras, se trata de una joya elegante ideal para mujeres a partir de 25 años. Cuando somos muy jovencitas, las perlas nos hacen realmente más mayores, quizás las puedas utilizar como truco para aparentar más edad de la que tienes.

Oro y plata

En general, no deben combinarse joyas en oro y en plata a la vez. Queda demasiado recargado y poco elegante. Intenta llevar una cadenita en plata con anillo en piedras amatistas o jade. Y la pulsera dorada combinada con la gargantilla también con finos hilos de oro.

Para las más altas y estilizadas

Las gargantillas al cuello algo amplias dan sensación de personalidad y máxima elegancia, especialmente para las que pueden lucir de cuello alto. En cuanto a los anillos, al tener los dedos más bien largos, os quedarán genial los de tamaño maxi con toda clase de ornamentos. Los colgantes largos también favorecen.

Anillos más discretos para las bajitas

Por el contrario, si no eres demasiado alta te sentarán mejor los collares largos sin ser demasiado recargados. En contraposición, los anillos grandes no llegarán a quedarte bien, pues esconderán del todo tus finos dedos y manos de las que presumes.

Así mantendrás la bisutería y joyas de oro y plata limpias y como nuevas

Si quieres recuperar el brillo natural de tus joyas de oro, tan solo debes licuar una cebolla y sumergir las joyas durante unas horas en la preparación. Después, bastará aclarar y abrillantar con una gamuza o paño suave.
Efectúa la limpieza de tus joyas de oro lavándolas en agua jabonosa y emplea un cepillo de dientes viejo para limpiar rendijas, eslabones... Acláralas y déjalas secar sobre un paño o toalla. Guarda después las joyas de oro envueltas en una gamuza para que conserven su brillo.
Para mantener el oro blanco tan brillante como el primer día, bate una clara de huevo y aplica sobre el oro con un pincel. Una vez seca la clara de huevo, frota con un paño.
Para que tus anillos, cadenas, colgantes, pendientes y demás objetos de plata queden impecables, sólo necesitas bicarbonato y un limón. Haz una pasta y aplícala sobre el objeto con un cepillo de cerdas suaves. Frota y aclara. Seca con un paño limpio y verás el resultado.
Las perlas son una joya clásica que nunca pasa de moda, para mantenerlas en perfecto estado, lávalas de vez en cuando en agua con sal.
La bisutería se ensucia con facilidad al igual que las monedas antiguas. Para limpiarlas y que vuelvan a quedar con su color original, bastará con que las frotes enérgicamente con una goma de borrar.
Si tienes algunas piezas de bisutería metalizada en tono plateado y quieres que queden relucientes, frótalas con un dentífrico que contenga flúor. Pule después con un paño suave y seco y verás qué limpias y brillantes quedan.

Además, para que las joyas luzcan siempre como el primer día y puedan legarse de generación en generación, ten en cuenta estos consejos:

Guarda las piezas por separado. Lo ideal es utilizar los estuches de cada joya, pero, si carecemos de ellos, podemos utilizar papel de seda para cubrir cada una de las piezas. De este modo, no se rozarán entre sí dentro del joyero y evitaremos que puedan arañarse y dañarse.
Evita el contacto continuo con el agua. El agua no es precisamente el mejor amigo de las joyas; lo ideal es que nos las quitemos siempre que vayamos a ducharnos, estemos en la piscina o en el mar. El contacto directo puede dañar los materiales y además ensuciar los cristales.
No expongas las joyas directamente a perfumes y cosméticos. De igual manera los productos químicos y ácidos pueden causar decoloración; en este caso hablamos de productos como los perfumes, los productos de cosmética o el maquillaje, laca para el pelo, etc. que no debemos aplicarnos en las partes del cuerpo que vayamos a lucir la joya.
Protégelas del sol. Evita las largas exposiciones al sol. Además de proteger la piel, evitaremos que las piezas pierdan su brillo. En el caso de las joyas, el sudor de la piel es uno de los factores que más puede dañarlas.