Sequedad, tirantez, falta de luminosidad, enrojecimiento… en invierno la piel sufre el efecto de agentes externos como las bajas temperaturas, el viento o la falta de humedad en el ambiente provocada por la calefacción. Unos cuidados básicos y unos productos adecuados ayudarán a mantener su equilibrio y a que luzca perfecta también en estos meses.
La piel es el órgano más expuesto a las inclemencias del invierno. Los distintos fenómenos meteorológicos "atacan" sin piedad pudiendo producir un importante deterioro en esa capa protectora que es nuestra epidermis.
El aire frío y cortante, la lluvia, esos débiles rayos de sol que parece que no queman pero que siguen conteniendo los temibles UVA o los cambios bruscos de temperatura son pequeñas agresiones que, si no se combaten, pueden tener dañinos efectos visibles en pocos meses.
Protegemos nuestro cuerpo con abrigos, gorros o guantes pero ¿y la cara?... el rostro también necesita una protección extra frente a los agentes externos propios de la estación invernal. La hidratación y la nutrición son fundamentales para que la piel mantenga su equilibrio y no vea alterado su manto hidrolipídico, es decir, los niveles de agua y grasa básicos para su correcto funcionamiento.
La aplicación diaria de una crema hidratante y nutritiva es imprescindible. Deberás elegir la que más se adapte a tus necesidades pero siempre teniendo en cuenta que debe reunir las siguientes características:
Junto a la aplicación diaria (incluso dos veces al día) de este tipo de cremas, durante estos meses debes esmerarte en la limpieza del cutis. Desmaquillarte cada noche es "obligatorio". Tu piel necesita "respirar" y eliminar cualquier resto de maquillaje o polución resulta imprescindible.
Tras una cuidadosa limpieza, una crema nocturna reparadora aportará a tu piel energía extra para despertar hidratada y luminosa.
Al hablar de los cuidados faciales durante los meses más fríos del año hay que hacer hincapié en dos zonas de la cara especialmente delicadas: labios y contorno de ojos.
En invierno, los labios suelen secarse en exceso o incluso mostrar pequeños cortes o fisuras. Aunque no quieras aplicarles color es necesario el uso de un lápiz labial protector que contenga humectantes, vitamina E y filtros solares (protección mínima 15).
En cuanto al contorno de ojos, en esta época es recomendable el uso de alguna crema específica que aporte hidratación a esta zona especialmente delicada. También si tienes tendencia a la aparición de bolsas es el momento de utilizar algún producto específico.
Los tratamientos corporales también son importantes en invierno. La falta de una adecuada transpiración puede provocar disfunciones en la piel y una excesiva sequedad.
Los baños y duchas no demasiado prolongados y con agua templada son los más recomendables junto con la aplicación de una buena crema o aceite corporal hidratante (con especial incidencia en codos y rodillas).
Por último, las manos merecen también especial atención, ya que son, junto al rostro, la parte del cuerpo más expuesta a las inclemencias meteorológicas. La aplicación frecuente de alguna crema o emulsión que contenga vaselina, karité o algún otro aceite hidratante y protector, garantizará un aspecto suave y elástico.