La dieta del tomate: fresca, de temporada, sabrosa, nutritiva, rápida... ¡y efectiva!

¿Necesitas perder dos kilos en tres días y, a la vez, llevar a cabo una desintoxicación del organismo? ¡Apúntate a la dieta del tomate y... disfruta!

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Aunque hasta hace apenas cien años se pensaba que el tomate era venenoso, no solo ha resultado ser mentira sino que este alimento de temporada cuenta con grandes cualidades nutritivas, además de ser refrescante, versátil y un gran aliado para prevenir numerosas enfermedades. El tomate es una hortaliza que los expertos señalan como muy recomendable para los fumadores, así como para los consumidores de café y quienes padecen de celulitis.

Sin embargo, sus propiedades no terminan ahí. El tomate es rico en licopenos que ayudan a prevenir numerosas variedades de cáncer como el de esófago, páncreas, colorrectal, mamario y de matriz. De hecho, así lo ha concluido un extenso estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard (EE.UU.) a comienzos de 1999. A su vez, investigadores milaneses descubrieron que tomar siete o más raciones de tomate a la semana, ya sea en forma de sopas, salsa, en ensalada e incluso el kétchup, reducen en un 60% el riesgo de padecer cáncer de boca, esófago, estómago, colon y recto.

Años después, para continuar examinando las propiedades del tomate el departamento de Endocrinología de la misma universidad elaboró una dieta especialmente indicada para pacientes de riesgo, de los cuales ninguno llegó a desarrollar ningún tumor mientras la mayoría de ellos han aumentado sus defensas y prácticamente todos alcanzaron su peso ideal, hasta los que tenían problemas más graves de sobrepeso. De ahí que su consumo no solo es muy beneficioso sino totalmente recomendable.

La historia de esta gran hortaliza roja

La planta del tomate se conoció en Europa después de que Hernán Cortés la trajera de México, como obsequio de los aztecas para el rey de España. Un musulmán la llevó de España a Italia posteriormente, y así fue como, poco a poco, su cultivo se extendió por Europa... aunque, como planta ornamental, no como alimento.

Debido a su intenso color rojo, todo el mundo consideraba su fruto venenoso hasta que a finales de siglo XIX una hambruna provocó que, ante la falta de alimento, la población comenzara a utilizarlo... y así, entró el tomate en la cocina.

Una medicina fruto de la tierra

Algunos comparan este fruto de la tierra como una poderosa medicina natural que, a diferencia de las que proponen las industrias farmacéuticas, no produce efectos secundarios y concentran cinco principios nutritivos que hacen de él el alimento más sano que aumenta la cantidad y la calidad de vida. Toma nota de sus cinco propiedades más importantes:

  • Vitaminas A, C, B y K.
  • Minerales: fósforo, calcio, hierro, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio.
  • Un fantástico antioxidante que protege contra los cánceres de estómago, vejiga, colon y próstata.
  • Retrasa el envejecimiento celular y evita la acumulación de plomo en el organismo, a la vez que refuerza el sistema inmunológico, reduce el colesterol y es un poderoso diurético.
  • Permite el cuidado de las paredes celulares, reduciendo su fragilidad y alargando considerablemente su vida.

Además, el tomate es un alimento bajo en calorías, prácticamente exento de grasas y con índice glucémico bajo, sus características te ayudan a mantener la figura.

¿Cómo es el régimen de esta hortaliza?

Esta dieta se realiza durante una semana (o tres días) al mes hasta alcanzar el peso ideal. El resto del tiempo se puede comer lo que se quiera (con moderación), comenzando cada comida con un zumo natural de tomate.

El momento ideal para comenzarla es ahora ya que durante este mes y el próximo es la temporada del tomate, con lo que consumirás esta hortaliza con todos sus nutrientes, tras haber madurado con calor y sin cadenas de frío artificiales.

Los resultados son espectaculares y empiezan a notarse desde el primer día. Terminada la dieta, podrás comer lo que quieras, pero iniciando cada comida con jugo de tomate y teniendo en cuenta que no debes caer en excesos.

El menú

El menú puede resultar aburrido, pues consiste únicamente en tomar zumo de tomate natural en el desayuno, en la comida y en la cena. Lo importante es que el zumo sea casero y se prepare, preferiblemente, en la licuadora. Una vez exprimido debe beberse inmediatamente para evitar la oxidación de las vitaminas. A la hora de elegir los tomates, han de estar bien maduros.

Martes

Al igual que el lunes, zumo de tomate recién exprimido y en la cantidad que se desee (si en el mercado no encuentras tomates bien maduros, lo mejor es comprarlos tipo bola). En este segundo día la sensación de hambre ya habrá desaparecido. Para complementar esta segunda jornada de dieta y romper la monotonía del menú, entre zumo y zumo puedes beber té u otro tipo de bebidas como manzanilla. Para endulzar utiliza, únicamente, sacarina.

Miércoles

  • En ayunas: zumo de tomate recién exprimido, espolvoreado con hierbas aromáticas (por ejemplo: menta).

  • Desayuno: dos tomates (metidos y sacados rápidamente de agua hirviendo) y pelados.
  • Almuerzo: ensalada de tres tomates con hierbas aromáticas y un diente de ajo picado, sazonado con aceite de oliva virgen.

  • Merienda: un zumo recién exprimido con hierbas aromáticas.

  • Cena: un zumo de tomate recién exprimido con hierbas aromáticas.


Jueves

  • En ayunas: zumo de tomate recién exprimido espolvoreado con menta.
  • Desayuno: café con leche desnatada y una rebanada de pan integral con una puntita de queso.
  • Merienda: un pedazo de cualquier fruta, excepto plátano.
  • Almuerzo: ensalada (con lechuga, vegetal, verdura, tomate, cebolla y una patata pequeña cocida), aderezada con una salsa ligera de yogur.

  • Merienda: un zumo de tomate recién exprimido.

  • Cena: ensalada de tomate con hierbas aromáticas y un filete pequeño de ternera a la plancha.

Viernes


  • En ayunas: zumo de tomate recién exprimido.

  • Desayuno: café con leche desnatada y dos rebanadas de pan integral con margarina.

  • Almuerzo: ensalada de pasta integral (con lechuga, tomate, pepino, vegetales y zanahoria rallada), aderezada con un poco de aceite oliva virgen y zumo de limón.

  • Merienda: un yogur natural sin grasa.

  • Cena: tomates al horno (se cuecen los tomates durante dos minutos. Luego se cubren con pan rallado, ajo y perejil, se rocían con un poco de aceite y se hornean durante 20 minutos).

Sábado

  • En ayunas: zumo de tomate recién exprimido.

  • Desayuno: café con leche sin grasa y una rebanada de pan integral con un trocito de pechuga de pavo.

  • Comida: ensalada verde y tomate relleno de champiñón (Abrir el tomate y vaciar de pulpa. Con esta última, los champiñones picados y un poco de pan rallado, hacer un sofrito y rellenar el tomate. Finalmente, agregar por encima queso e introducir en el horno durante 20 minutos)
  • Merienda: zumo de tomate recién exprimido.

  • Cena: ensalada de tomate, pescado a la plancha y un pedazo de fruta.

Domingo


  • En ayunas: zumo de tomate recién exprimido, espolvoreado con menta.
  • Desayuno: café con leche sin grasa y una porción de bizcocho, hecho con harina integral.

  • Comida: sopa de tomate y judías verdes (Cocer durante 45 minutos una patata pequeña, un tomate sin piel, una hoja de laurel, sal y una cucharada de aceite. Triturar, añadir las judías verdes -previamente cocidas- y servir) y un plato pequeño de pasta integral con ajo, perejil y un poco de aceite.

  • Merienda: un pedazo de fruta, menos plátano.
  • Cena: ensalada de tomate, tortilla francesa de un huevo y un yogur natural sin grasa.

Debes tener en cuenta que...

  • Durante, antes y después de la dieta debes beber, al menos, dos litros de agua.
  • Has de moverte: camina, al menos, durante una hora todos los días.
  • Terminada la dieta has de seguir tomando jugo de tomate todos los días.
  • Si no te gusta el tomate... ¡esta no es tu dieta!

¿Has probado el tomate kumato?

Procedente de las islas Galápagos es un bocado delicioso, el tono de su piel, verde oscuro casi negro, llama la atención tanto como su aroma con notas de pimiento verde, pimienta y canela. Destaca su gran contenido en azúcares, aunque mantiene su justa acidez, y al paladar resulta jugosísimo gracias a la cantidad de mucílagos de las semillas.

Esta variedad madura de dentro a fuera, de modo que para degustarlos en su punto óptimo tienes que comprarlos bien verdes. Su sabor es tan intenso y exquisito que la forma ideal de comerlos es sin duda al natural, con un poco de aceite de oliva virgen, vinagre y sal.

Su temporada comienza en mayo, regálate un capricho gourmet, sano y delicioso.

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