¿Aumentan los cuadros depresivos en Navidad? ¿Te sientes triste, melancólica o irritable durante estas fechas? Por diversos factores, la depresión navideña es más común de lo que se cree. Descubre las claves que te ayudarán a superarla.
Mariola Báez Verdú 4m 31s
Los recuerdos, la ausencia de seres queridos, el balance del año que termina… son factores que pueden influir en tu estado de ánimo en estas fechas alegres pero con un componente nostálgico que no es extraño que surja en un momento determinado.
En primer lugar, ten en cuenta que este tipo de sentimientos, un instante de añoranza, son algo normal. Hablamos de depresión cuando esa tristeza se instala de manera prolongada, impidiéndonos disfrutar de estas fiestas tan especiales. Sentirte constantemente desganada, sin ilusión, profundamente triste o agobiada por los posibles encuentros familiares, las compras o los preparativos de cenas y comidas puede convertirse en un problema. En la mayoría de los casos se trata de un estado de ánimo pasajero que podrás superar pensando en positivo y con ayuda de sencillos consejos como estos:
¡No al agobio!
Es increíble cómo podemos complicarnos tanto cuando se supone que celebramos unas fiestas entrañables, familiares y divertidas. ¿Cómo puede convertirse algo placentero en un verdadero calvario? Párate a pensar en lo que realmente importa e intenta ver las situaciones que te estresan desde fuera.
Imagínate corriendo de tienda en tienda buscando regalos, o gastando lo que tienes y lo que no para que en tu mesa no falten los manjares más exquisitos o los adornos más exclusivos. Dedica un rato a observar a los demás en un centro comercial en plena "locura consumista". Si lo piensas con un poco de objetividad verás que tu agobio es bastante "absurdo" y que olvidas que lo importante es que tú y los tuyos paséis unos días agradables y felices.
No seas tan dura contigo misma
Es una manera de eliminar los pensamientos negativos. No te exijas estar siempre perfecta, impecable y con todo preparado para que los demás disfruten. Piensa un poquito en ti porque si tú te encuentras bien, todo irá sobre ruedas.
Dedícate tu tiempo
En la misma línea del pensamiento anterior regálate a ti misma aquello que haga que te sientas a gusto. Un baño relajante, un cambio de look, una tarde de spa, un paseo por el campo o simplemente la práctica de tu deporte favorito (¿Por qué renunciar a ello en estas fechas?). Cuidarte en Navidad y verte bien sin duda ayudará a que no haya lugar para la melancolía.
¡No a la rutina!
A veces, puede que esa tristeza inexplicable se deba a la idea de "¡otro año igual!". No te conformes y levanta el ánimo haciendo algo nuevo. Una escapada para vivir una Navidad diferente, recibir el Año Nuevo fuera de casa bailando hasta llegar al chocolate con churros, dejar a un lado las cenas "típicas" y sorprender con un "rompedor" y original menú de Nochebuena, ir a ese musical que te apetece o simplemente disfrutar de una tarde de cine… cualquier opción apetecible es válida para evitar que la monotonía te afecte.
¡No a la autocompasión y a la espiral de tristeza!
Es una de las características de la depresión: sentirte mal, no saber el motivo y no poder salir de ese estado. Por supuesto, en los casos más graves la ayuda médica y psicológica es imprescindible, pero si se trata de un estado pasajero debido a la nostalgia de las fechas, tienes que hacer un esfuerzo para intentar pensar en positivo y darle la vuelta a esos "nubarrones" que pasan por tu cabeza. Ejemplos concretos:
1. Al pensar en los que ya no están o se encuentran lejos, no lo hagas con tristeza. Recuerda los buenos momentos, los ratos divertidos y las virtudes de esas personas.
2. Si te asalta la soledad, ¡toma la iniciativa! No te encierres en ti misma y recurre a los que te rodean. Una llamada de teléfono, un email o una postal pueden levantarte el ánimo.
3. Al repasar en año que termina, no te quedes sólo en lo malo, seguro que también ha habido cosas buenas. Al pensar en el que comienza, confía en que te deparará nuevas oportunidades. Fija tus propias metas y establece siempre objetivos razonables y posibles.
4. La autocompasión puede ser muy destructiva. Reflexiona sobre tus problemas pero teniendo presente que son algo temporal que tiene una solución más o menos compleja, y no olvides fijarte en las cosas positivas con las que cuentas. Una excelente idea es olvidarte de tus penas e intentar hacer algo por los demás. Proponte ayudar de alguna manera: colaborando con alguna ong, participando en una acción puntual de voluntariado, o simplemente haciendo compañía a una amiga o familiar que lo necesita… en el fondo ese es el verdadero sentido de la Navidad.