La inulina: tu aliada para conseguir un vientre plano
Las propiedades y beneficios de esta fibra vegetal prebiótica son numerosos, destacando su cualidad de promover una flora intestinal sana y de regular el tránsito intestinal de forma completamente natural, ayudándote a dejar de sentirte hinchada. ¿Quieres saber más?
Mariola Báez Verdú 3m 40s
Es uno de esos regalos con los que la naturaleza contribuye a mejorar el estado general de nuestro organismo ayudándole a recuperar su equilibrio. La inulina es una fibra vegetal soluble que se encuentra especialmente concentrada en la raíz de la achicoria pero también en otros vegetales y cereales que deberían ser de consumo habitual como la alcachofa, el ajo, la cebolla, los puerros, el trigo o los espárragos.
Su acción principal se concentra en el intestino, concretamente en el colon, ya que es aquí, donde tiene lugar una de sus principales funciones: su efecto prebiótico. Esta fibra, que llega inalterada al intestino (sin haber sido pre-digerida), es capaz de regular el desarrollo de la flora intestinal estimulando el crecimiento de los microorganismos beneficiosos (especialmente las bifidobacterias). La consecuencia es un fortalecimiento del sistema inmunológico y una mejora evidente en el tránsito intestinal, que se traduce en una correcta eliminación de los residuos y sustancias nocivas para el organismo.
La ingesta al menos de entre cuatro y seis gramos de inulina en la alimentación diaria supone una garantía de digestiones ligeras y una excelente manera natural de prevenir la desagradable sensación de vientre hinchado. Incluida en la dieta cotidiana, junto a otros alimentos saludables y un poco de ejercicio, puede ser no sólo fuente de bienestar, sino un magnífico aliado de tu silueta.
Siendo ésta su principal acción beneficiosa, no es la única. Estudios recientes demuestran que la inulina tiene otras propiedades capaces de prevenir o mejorar numerosas disfunciones o enfermedades de nuestro organismo, entre las que hay que destacar:
Ayuda a reducir la acumulación de colesterol “malo” en la sangre, por lo que previene la aparición de cardiopatías.
Al regular el tránsito intestinal, contribuye al alivio de problemas digestivos, siendo especialmente recomendable en caso de estreñimiento.
Mejora la absorción de los distintos minerales y vitaminas, principalmente el calcio. Acción importante a tener en cuenta a la hora de prevenir enfermedades como la osteoporosis y, también, en el caso de niños y jóvenes en edad de crecimiento.
Su valor calórico es muy bajo, por lo que es una fibra “amiga” de cualquier dieta encaminada a reducir peso.
Actúa equilibrando los niveles de azúcar en sangre, algo favorable para la prevención de la diabetes.
¿Cómo tomarla?
Son muchos los beneficios de esta fibra, por lo que no debe faltar en una dieta equilibrada. Al estar presente en vegetales tan cotidianos como la cebolla, el ajo o los puerros es muy fácil incluirla en tu menú diario en forma de ensaladas, salsas, guisos, etc. Además, puedes encontrarla en frutas como el plátano y en cereales como el trigo y el centeno (muchas de las barritas recomendadas en dietas para controlar el peso tienen esta fibra entre sus ingredientes).
Para su inclusión y uso en distintos productos elaborados, la inulina se extrae de la raíz de la achicoria y se incorpora, principalmente, a los derivados lácteos, a los compuestos de cereales y a algunos embutidos. Fíjate en la composición de determinados alimentos incluidos en tu compra diaria, como por ejemplo en los yogures y, si quieres, elige aquellos que incluyan inulina entre sus ingredientes. Tu tránsito intestinal mejorará notablemente.
El extracto de raíz de achicoria, con una alta concentración de inulina, también puede formar parte de complementos vitamínicos o de productos especialmente ideados para dietas de adelgazamiento. Pueden ser un excelente aliado para tu salud, pero en caso de consumo habitual de esta inulina “procesada” (por ejemplo porque quieras perder peso) es recomendable la consulta al médico o farmacéutico para asesorarte sobre las dosis recomendables, evitando así que algo tan beneficioso produzca un efecto no deseado como la diarrea provocada por un consumo excesivo.