Pocas cosas hay tan agradables en los días de calor como sentarse en una terraza después de un duro día de trabajo y poder disfrutar de un buen vaso de té helado. Pero no solo es una opción rica, saludable y refrescante, tiene tantos beneficios a nivel de salud y belleza que debería convertirse en una bebida indispensable en la dieta. Descubre todas las propiedades y beneficios del té helado:
El té frío no es sólo una bebida excelente para combatir el calor, sino que además nos quita la sed y evita la deshidratación. Los tés más refrescantes son aquellos que contienen menta, cítricos o frutos rojos.
Al tomar un vaso de té helado sin azúcar estamos haciéndole un favor enorme a nuestro organismo ya que el té está repleto de antioxidantes. Los antioxidantes son excelentes a la hora de frenar el envejecimiento además de ser increíblemente buenos para la piel. Con el consumo regular de té helado conseguiremos vernos y sentirnos más jóvenes.
El té helado previene los problemas de estómago. Algunos tés fríos como el té verde con limón, estimulan la circulación gracias a sus propiedades antioxidantes que contribuyen a una mejor digestión de los alimentos. Además, los aceites esenciales presentes en el té verde aumentan el flujo de los jugos gástricos, lo que facilita la digestión.
Si tienes un resfriado o algún problema respiratorio, quizá derivado de alguna alergia, una buena combinación de té verde y limón no te vendrá nada mal. Su alto poder antioxidante y su vitamina C te harán mejorar.
La cafeína y las catequinas del té tienen un efecto que acelera el metabolismo, provocando que se quemen más calorías en la misma cantidad de tiempo. Además, capta las grasas y favorece su eliminación. Lo ideal es tomarlo sin azúcar, para que permanezca exento de calorías. ¡El complemento más natural para adelgazar y cuidar tu figura!
Gracias al efecto diurético del té, es un gran aliado para luchar contra la retención de líquidos veraniega y la hipertensión arterial.
El té helado es un potente amigo del cerebro, pues hace que nuestra actividad mental sea más ágil, además de ayudar a mantener la salud de nuestro sistema digestivo, como ya hemos comentado antes.
El té helado nos aporta valiosos nutrientes como la vitamina B, C y D, además de minerales como el potasio, magnesio, niacina o ácido fólico, que nos ayudarán a mejorar nuestra salud a varios niveles.
A la hora de preparar el té frío hay que tener en cuenta un aspecto fundamental, que es el enfriado. El té recién infusionado para tomar con hielo se debe bajar de temperatura cuanto antes porque si se deja enfriar lentamente o en nevera, tenderá a coger cierto sabor rancio. Lo ideal es preparar las infusiones frías al momento y un poco más concentradas que las que se hacen para consumir calientes porque al añadir hielo pierden parte de su sabor.
No nos extraña que esta bebida se haya convertido en una de las opciones más saludables del verano, e imprescindible en los países orientales donde son muy conscientes de sus propiedades terapéuticas. ¿Necesitas más motivos para apuntarte al té helado este verano?