Elegir el sexo del bebé

Repasamos algunos métodos naturales o científicos, que pueden ayudarte a aumentar las probabilidades en la elección del sexo de tu bebé, así como los factores que influyen a la hora de concebir un niño o una niña. No hay nada fiable al 100% pero... ¡no pierdes nada por probar!

4m 53s
Gtres

Estamos de acuerdo en que lo importante es que "venga bien", sea lo que sea, pero tal vez tengas especial ilusión en que tu futuro bebé complete la parejita.

Salvo cuando se trata de métodos médico-científicos, basados en la técnica de fecundación in vitro, el sexo de un bebé lo determina la propia naturaleza o, para muchos, el azar. Pese a esta realidad, algunos  estudios e investigaciones han intentado averiguar qué determina que nazca un niño o una niña y si existen factores o condiciones que pueden inclinar la balanza, en un sentido o en otro, durante la concepción.

Se sabe que los espermatozoides portadores del cromosoma femenino (XX) son más lentos en su avance hacia el óvulo que los que portan el cromosoma masculino (XY). Por otra parte, los primeros son más resistentes y duran activos más tiempo, mientras que los segundos, aun siendo más rápidos, tienen una existencia más corta. Teniendo en cuenta estas características objetivas, distintas teorías intentan ofrecer la posibilidad de elegir el sexo del recién nacido creando las condiciones que favorezcan el "éxito" de un determinado espermatozoide, masculino o femenino.

Los avances médicos han hecho posible elegir el sexo de los recién nacidos con un alto grado de acierto fecundando in vitro el óvulo con un espermatozoide XX o XY pero ten en cuenta que, hoy en día, estos métodos sólo se utilizan en casos muy concretos, para evitar la transmisión de enfermedades como la hemofilia u otras de carácter genético, y no por un simple deseo de los padres.

Gtres
También el saber popular encierra curiosas creencias y métodos "infalibles" para conseguir el bebé soñado/a. Se dice, por ejemplo, que si se produce la fecundación durante la luna llena, aumentan las probabilidades de que nazca una niña, mientras que la luna en cuarto menguante o creciente favorece a los varones.

Otra idea muy extendida es la que relaciona el sexo del futuro bebé con la alimentación de la madre. Antes se decía, por ejemplo, que para tener un chico había que tomar abundante carne roja y legumbres. También en la actualidad, existen métodos como el de la doctora Adriana Baretta que asegura que, controlando la alimentación de la futura mamá al menos tres meses antes de la fecundación y siguiendo un riguroso control de los periodos de ovulación, se puede conseguir que la naturaleza se decante por un determinado sexo.

Según este método, son los minerales presentes en el organismo materno los que podrían influir en la formación del futuro niño/a. La ingesta de alimentos con alto contenido en sodio y potasio y la limitación en el consumo de aquellos ricos en calcio y magnesio determina una alta probabilidad para los niños y, el caso contrario, es el adecuado si lo que se quiere es una niña. Así que si buscas un chico, apúntate a las frutas como el plátano y la piña, las legumbres o el pescado y, en cambio, consume abundantes lácteos, verduras y cereales como los copos de avena si quieres una preciosa niña.

Según investigaciones de las universidades de Exeter y Oxford en Reino Unido, la alimentación de la madre antes de la concepción podría determinar el sexo del bebé. Los resultados muestran que el 56% de las mujeres que fueron sometidas a estudio y siguieron una alimentación energética, tuvieron hijos varones. Este dato explicaría el descenso de nacimientos de niños en el primer mundo, donde las mujeres realizan más frecuentemente dietas hipocalóricas.

Gtres
Existe la posibilidad de intentar determinar el sexo del bebé teniendo relaciones en un momento concreto intentado favorecer así a los espermatozoides más rápidos (niños) o a los más resistentes (niñas). Para poner en práctica este método es necesario que conozcas con exactitud tu periodo de ovulación. Según los ginecólogos Landrum y Shettles, realizar el coito durante la ovulación conlleva una alta probabilidad de engendrar un niño, mientras que si mantienes relaciones uno o dos días antes, "darás ventaja" a los espermatozoides femeninos porque estos podrán aguantar mejor ese tiempo que falta para el encuentro con el óvulo.

También se dice que ciertas posturas favorecen más probabilidades de chico/a. Algunos aseguran que una penetración profunda aumenta las posibilidades de varón mientras que una más externa (por ejemplo con la mujer encima del hombre)  hace que los espermatozoides femeninos tengan un mayor tiempo de actuación.

Por último, si quieres, puedes probar a elegir el sexo de tu bebé recurriendo a la conocida como Tabla china de la concepción, un antiguo método muy sencillo. La tabla relaciona los meses del año con la edad de la futura madre. Es decir, mira en la tabla tu edad y fíjate en qué meses tienes más posibilidades de concebir un niño o una niña. Se trata de mantener relaciones, durante la ovulación, en el mes que elijas según tus preferencias. Se dice que la tabla "acierta" en el 70% de los casos ¿por qué no intentarlo?

Temas relacionados  ››