La ciencia está de nuestra parte. Ahora hay multitud de técnicas y nuevos métodos para poder conseguir quedarte embarazada. Si tienes problemas reproductivos y quieres ser madre debes conocer qué factores afectan a tu capacidad de embarazo para así elegir el método de reproducción asistida que mejor se adapte a ti y a tu pareja.
Existen varias técnicas de reproducción asistida con diferentes indicaciones y características específicas dirigidas a cada caso. El Dr. Caballero es experto en tratamientos de reproducción asistida de la Clínica Tambre de Madrid y nos ayudará a explicar todo lo que necesitas saber sobre cada tipo de intervención.
La inseminación artificial es la técnica más conocida y más utilizada. "Se define como el depósito de espermatozoides en el tracto reproductivo de la mujer con la finalidad de conseguir una gestación" nos explica el Dr. Caballero. Distinguimos entre dos grandes grupos:
I.A.C.: inseminación artificial conyugal, realizada con semen del marido.
I.A.D.: inseminación artificial con semen de un donante.
La técnica de inseminación artificial más utilizada es la intrauterina. En primer lugar, en el laboratorio, se manipula el semen para separar el plasma seminal, y así seleccionar los espermatozoides con mayor movilidad y estimular su capacidad fertilizante. A continuación se procede a depositarlo dentro de la cavidad uterina mediante una cánula. El procedimiento es muy rápido y se efectúa en el momento adecuado del ciclo de la mujer. Tras las inseminaciones, se pauta a la paciente un tratamiento de soporte (con progesterona) con la finalidad de mantener la mucosa endometrial con las características adecuadas para favorecer la implantación del embrión. Los resultados del proceso suelen conocerse al cabo de 2 semanas.
Para poder utilizar esta técnica son indispensables dos requisitos: la constatación de permeabilidad de las trompas de Falopio y que tras la capacitación espermática se puedan recuperar un mínimo de 3 a 5 millones de espermatozoides móviles.
La Fecundación In Vitro (FIV) consiste en la fecundación de los ovocitos obtenidos por punción folicular, fuera del organismo materno. Para extraer los ovocitos la mujer se somete a una punción transvaginal con ecografía, que se realiza de forma ambulatoria y con sedación. En el laboratorio se realiza la fecundación de los ovocitos y se comprueba la división celular de los cigotos (célula resultante de la unión entre un óvulo y un espermatozoide). Así se obtienen los embriones que se introducirán en el aparato genital de la mujer.
A las 48 o 72 horas de la punción, en el laboratorio de FIV seleccionan los embriones obtenidos de mejor calidad biológica, normalmente dos, y los introducen en una cánula para depositarlos en el útero. Siempre se recomienda tratamiento de apoyo, que consiste en administrar progesterona por vía oral o vaginal, para optimizar las posibilidades de que el embrión se desarrolle dentro de la madre.
Cuando los problemas de fecundación vienen por parte del hombre, se suele trabajar con los espermatozoides para intentar encontrar las células más adecuadas. La microinyección espermática se puede llevar a cabo a partir del semen o bien mediante una sencilla intervención.
Esta técnica consiste en recuperar los espermatozoides del varón directamente del testículo. Se realiza una pequeña intervención de forma ambulatoria en la clínica. El procedimiento es muy sencillo y solamente se necesita una anestesia-sedación. El paciente se recupera en poco tiempo (una hora aproximadamente).
Se trata de la congelación ultrarápida de los óvulos. Esta técnica asegura la conservación del óvulo sin dañar su estructura celular. Se almacenan en nitrógeno líquido para implantarlos en el momento que la paciente y el médico consideren más oportuno. Esta técnica permite "inseminar sólo el número de ovocitos necesario para garantizar la transferencia de embriones de calidad adecuada" nos aclara el doctor. El procedimiento para la fertilización es el mismo que en el ICSI.
La vitrificación de ovocitos tiene aplicación en diversas situaciones clínicas tales como: mujeres con riesgo de sufrir una menopausia precoz como consecuencia de un tratamiento oncológico o de una patología benigna; pacientes portadoras de un mosaico síndrome de Turner; o aquellas que requieren de ovocitos de donante a través del establecimiento de bancos para la donación. También se puede utilizar para mujeres que quieren posponer su maternidad.
Esta técnica consiste en dejar los embriones en medios de cultivo apropiados hasta el quinto o sexto día cuando se alcanza el estado de blastocisto. La transferencia embrionaria se realiza de la misma forma que cuando se hace en el día 2 o 3 post punción.
A esta técnica se recurre cuando la Fecundación in Vitro o la Microinyección espermática han fallado repetidas veces.
Esta técnica consiste en la selección de los embriones viables para su posterior transferencia, en los casos en los que existen determinadas enfermedades hereditarias. Desde el punto de vista del laboratorio, la técnica se fundamenta en separar una blastómera (célula embrionaria) del embrión cuando está en 6-8 células, para fijar su núcleo y estudiarlo genéticamente.
Esta técnica permite seleccionar el sexo del bebé cuando hay enfermedades de caracter hereditario ligadas al sexo.
El Dr. Buenaventura Coroleu, Coordinador Científico de la SEF, explica que "el estrés es un factor muy influyente en el proceso de la fecundación in vitro. Las tasas de éxito reducidas y la carga emocional que supone pasar por todas las etapas de la técnica hace que la ayuda de psicólogos sea de gran utilidad".Por ello es fundamental controlar situaciones de nerviosismo gracias a por ejemplo, un desayuno contra el estrés. Una de las cuestiones que influyen en el desarrollo de los trastornos psicoemocionales es "el miedo al fracaso y a lo desconocido. Las pacientes que se someten a fecundación in vitro realizan un tratamiento estimulador de la ovulación. Para este tratamiento deben administrarse hormonas que pueden suponer una sobrecarga emocional", asegura el Dr. Coroleu.