Los hidratos de carbono sirven como combustible o energético inmediato. Su contenido calórico esta en torno a los 4 KCal/gr.
Ayudan a mantener la actividad muscular, la temperatura corporal, la tensión arterial, el correcto funcionamiento del intestino y la actividad neuronal.
Ejemplos: legumbres, harinas, pasta, cereales, pan, patatas, fruta.
Generalmente constituyen una reserva energética de uso tardío. Su contenido calórico es muy elevado, en torno a los 9 KCal/gr y representan una forma compacta de almacenamiento de energía. Pueden tener tanto procedencia animal como vegetal.
Ejemplos: fiambres, mantequilla, aceites vegetales.
Las proteínas son empleadas por el organismo para la generación de los tejidos y como material de repuesto de aquellos que se desgastan en el desarrollo de la vida. También juegan un papel energético 4 KCal/gr, pero menos importante que el de las grasas o carbohidratos.
Ejemplos: carnes, pescados, huevos, leche.
Condición que se caracteriza por el aumento de los niveles de cuerpos cetónicos en la sangre y en la orina. Esta situación es originada por un déficit en el aporte de carbohidratos que induce al catabolismo de las grasas para obtener energía.
Ejemplos: se produce en la fase de inducción de la dieta de Atkins y otras dietas de reducido aporte en carbohidratos.