¡Cuidado con el azúcar! Engorda y es adictivo

¿Sientes a veces unas ansias incontrolables de comer chocolate o de llevarte el dulce a la boca? ¡Quizá sufras adicción a la sacarosa! La ciencia confirma que un excesivo consumo de azúcar puede llegar a convertirse en adicción. La clave es sencilla: azúcar sí, pero tomada con moderación.

4m 30s
Storyblocks

¿Sientes a veces unas ansias incontrolables de comer chocolate o de llevarte el dulce a la boca? ¿Te sientes frustrada cuando buscas y rebuscas un caramelo en tu bolso o bolsillos sin poder encontrarlo? ¿Echas cucharadas y más cucharadas de azúcar a tus cafés e infusiones? ¡Quizá sufras adicción a la sacarosa!

De acuerdo a un estudio realizado en ratas de laboratorio por investigadores de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, el consumo elevado de azúcar puede originar una adicción, así como un patrón de conducta de consumo en aumento y signos de la abstinencia después dejar de tomar esta sustancia alimenticia.

Los expertos de Princeton también han comprobado que los animales estudiados mostraban conductas de búsqueda ansiosa de azúcar y recaídas en la ingestión de este endulzante, en una conducta que podría ser extrapolable a los seres humanos.

"Los atracones de azúcar son una forma de adicción, producen cambios de conducta y generan adaptaciones cerebrales en los consumidores", señala Bart Hoebel, director del estudio, quien opina que estos descubrimientos podrían tener implicaciones en el tratamiento de personas con trastornos de la alimentación.

En las investigaciones dirigidas por Hoebel, cuando se privaba a una serie de ratas entrenadas del azúcar durante un lapso prolongado realizaban mayores esfuerzos para conseguirla cuando se les proporcionaba de nuevo en su entorno.

Los animales consumían más azúcar de una vez de lo que habían hecho antes, lo cual sugiere -según los investigadores- que experimentan conductas de búsqueda y recaída. Además, su motivación por el azúcar había crecido.

Después de que se les retirara el azúcar, los cobayos tomaban más alcohol de lo normal, mostrando así que el consumo excesivo de azúcar había forzado cambios en el funcionamiento cerebral. "Estos cambios cerebrales servían como puertas de acceso a otros mecanismos de conducta destructiva como un mayor consumo de alcohol", según Hoebel.

Los investigadores también descubrieron que cuando las ratas toman una bebida azucarada en una región de su cerebro, denominada núcleo acumbens, se libera una sustancia denominada dopamina, y creen que este mecanismo desencadena la motivación y, al producirse de forma repetida, la adicción.

Storyblocks

¿Los dulces cambian el cerebro?

Después de un mes estas ratas "adictas al azúcar" experimentan cambios en unos circuitos cerebrales llamados dopaminérgicos y opioides, los cuales participan en procesos como el deseo y el placer por algo. Cambios similares se observan también en el cerebro de ratas adictas a la cocaína y la heroína.

Los expertos también han provocado signos de abstinencia en los animales al dejar de administrarles azúcar. Al hacerlo sus niveles de dopamina en el cerebro bajaban y como resultado mostraban ansiedad.

Según Hoebel, "es posible que las adaptaciones cerebrales y los signos de conducta observados en las ratas puedan suceder en algunos individuos con bulimia. Hemos hallado vínculos entre la adicción a las drogas y el desarrollo de deseos anormales por sustancias naturales. Ello podrían ayudarnos a diseñar nuevas vías de diagnóstico y tratamiento de las adicciones humanas".

La doctora Luz García, médica nutricionista del centro médico-estético Orel, de Madrid (España), advierte que "si la posible adicción al azúcar resulta nociva por los trastornos metabólicos así como de sobrepeso o diabetes que puede provocar en las personas, caer en el otro extremo, es decir eliminar el azúcar de la alimentación, tampoco es una meta saludable ni realista".

"La clave es la moderación", afirma la experta, quien para lograrlo aconseja permitirse caer en la tentación, controlando la ración, comiendo un poco en lugar de atiborrarse. "La idea es ingerir unas cucharadas de helado en vez de uno entero, un mini-chocolate o una pizca en lugar de una tableta, unas galletas de mantequilla en lugar del paquete".

La doctora García también recomienda leer las etiquetas de los productos, incluso la de aquellos no dulces, para comprobar su contenido. "Las palabras terminadas en osa indican la presencia de azúcares, los cuales están presentes con diferentes nombres en decenas de sustancias para endulzar", explica.

Según la experta, "el mejor dulce es la fruta, que constituye la forma más saludable de ingerir azúcares y satisfacer el deseo de saborear algo dulce. A igual cantidad de calorías, el azúcar natural de la fruta se aprovecha mejor y engorda menos".

Para endulzar los alimentos, Luz García sugiere "utilizar el azúcar moreno o la miel, porque a igualdad de calorías son mucho más saludables que el azúcar blanco, que al igual que las harinas refinadas, solo aporta calorías vacías, desprovistas de valor nutritivo".

Temas relacionados  ››