En verano se incrementa nuestro deseo sexual gracias al efecto del sol. Suben los niveles de testosterona, pero también el de la serotonina y las endorfinas, las hormonas que controlan nuestro placer.
En estas fechas estamos predispuestos al sexo y nuestro cuerpo está más abierto a la seducción, por ello hay que evitar a toda costa que el calor nos deje KO y aprovechar lo que las altas temperaturas tienen que ofrecernos.
Después de unos días de sol y playa seguro que tienes un bonito color de piel ¡sácale el máximo partido a ese moreno tan sexy! La moda verano está de tu parte. Unos minúsculos shorts, un buen escote en la espalda o unas sugerentes transparencias te convertirán en el centro de todas las miradas. Seguro que ese chico que no se decide y que no te quita ojo en la piscina, se lanzará a dar el paso (y si no lo hace, decídete tu (¡que el tiempo vuela!) y proponle un plan al que no se pueda resistir: un paseo por la playa, ir juntos a esa fiesta de despedida de verano, una miniexcursión, o una copa tranquila ¿por qué no intentarlo?
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Si estás pasando unas vacaciones relajada con tu pareja, puedes llevar a la práctica, también, algún sexo-truco que pongan la guinda a esos días en los que tenéis más tiempo para disfrutar el uno del otro. ¿Qué tal iniciar un insinuante masaje mientras os protegéis del sol con una crema que permita que las manos se deslicen de la manera más sugerente? Seguro que sube la temperatura y podéis continuar (el masaje o algo más) en la intimidad de vuestro cuarto.
La siesta o sobremesa es otro momento perfecto para despertar la pasión. En vez de ver la película o serie de turno ¿por qué no le propones leer a medias alguna novela subidita de tono? Puede resultar divertido, diferente y muy satisfactorio. Tienes literatura erótica donde elegir y la imaginación podrá llevaros hasta donde ambos queráis.
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Sea a tu pareja estable o a ese irresistible caballero al que conoces hace poco, invitarle a una cena afrodisíaca es uno de los "trucos" más efectivos. Una suave ensalada, un poco de marisco, un buen vino y por supuesto de postre algo de chocolate... será, sin duda, el paso previo a una noche inolvidable.
El sentido del humor ¡que no falte! Especialmente en esta época veraniega y de vacaciones, la simpatía, la risa y la diversión son fundamentales para que la relación de pareja funcione. Descubrir juntos experiencias nuevas, dejando de lado tabúes y aparcando el sentido del ridículo puede conseguir maravillas a la hora de hacer que la libido suba y la pasión se renueve sin complejo alguno.
Un striptease (primero él y luego tú), un intento de lograr llevar a la práctica (y sin caeros) la postura más difícil del Kamasutra, o una propuesta de hacer el amor en el lugar más insospechado son algunas ideas para que el sexo vuelva a ser divertido.
Jugar con él sobre vuestros cuerpos desnudos es otra de las propuestas para este verano. Podemos utilizar el hielo en los preliminares del sexo, recorriendo con él las partes erógenas de nuestra pareja y dejar que ella haga lo mismo con las nuestras.
Meterte el hielo en la boca y pasárselo a tu amante también será de lo más excitante, aunque si prefieres algo menos húmedo, pero igual de refrescante, puedes sustituir los cubitos por helados. Recuerda no utilizar los cubitos de hielo demasiado congelados -ya que pueden quemar tu piel desnuda- y no pasarlos nunca por los genitales.
Enséñala todo lo que puedas, siempre por supuesto con estilo y de manera sugerente. Dejar entrever bajo una blusa algo transparente un sexy sujetador, o utilizar un coqueto bustier como parte superior de un atrevido conjunto, perfecto para una noche de fiesta, son dos buenas ideas para despertar pasiones a tu paso.
Por supuesto que influye a la hora de dejarle claro a tu pareja lo que quieres. Muéstrate segura de ti misma y aporta un toque de misterio para despertar el interés del otro (sin pasarte).
Toma la iniciativa y verás que su respuesta será de lo más positiva, ¡no falla!
Déjate llevar y anímate a probar algunos de estos sexo-trucos, que el verano se acaba y la rutina diaria amenaza con instalarse con la llegada del otoño.
