Una de las mejores maneras de relajarse y despejarse, es tomando una buena ducha. El agua nos ayuda a relajarnos, alivia las tensiones cotidianas y revitaliza nuestro organismo.
La placentera sensación del agua recorriendo el cuerpo logra llevarse consigo las tensiones cotidianas y recarga nuestra energía. Las propiedades relajantes y revitalizantes del agua pueden combinarse con otros tratamientos para que el bienestar del cuerpo y la mente sea absoluto.
La ducha es tan beneficiosa para nuestra salud porque el agua que está en contacto con nuestro cuerpo se renueva sin cesar, provocando así la renovación continua de sensaciones y estímulos que unidos a la acción térmica tienen la propiedad de regenerar nuestro organismo.
Pero para que esa renovación y relax extremo tenga lugar, es necesario un entorno apropiado, la mampara que elijamos para nuestra ducha es muy importante puesto que es la que delimita el territorio de nuestra relajación.
Actualmente en el mercado existen diferentes tipos de mamparas y depende de su elección tanto nuestro baño como nuestra ducha será de uno u otro tipo.
Por ejemplo, existen lo que llamamos "mamparas de una hoja". Este tipo de mamparas se fijan a la pared con una bisagra y cubren la bañera o plato de ducha hasta la mitad. Son ideales para platos de ducha pequeños en los que una mampara alta nos provocaría sensación de agobio y no disfrutaríamos del relax del agua.
También existen las "mamparas de hoja batiente". Estas se parecen a las anteriores, pero se pueden mover. Son abatibles tanto hacia dentro como hacia fuera si están fijadas a un perfil de aluminio, o se mueven solo hacia un lado si están fijadas con una bisagra.
Si nuestro cuarto de baño es pequeño este tipo de mampara es la mejor elección porque al poderse mover nos dejará mucho más espacio que una mampara fija.
Otra opción son las "mamparas de hoja plegable". Esta clase de mampara se fija a partir de dos o más hojas desplegables y se puede plegar para aprovechar mejor el espacio. Esta mampara queda genial en duchas medianas en las que queramos tener una mampara alta pero que no ocupe un espacio excesivo.
Y por último existen las "mamparas de hoja corredera", que son aquellas que cubren toda la bañera o plato de ducha a partir de hojas que se superponen y se solapan entre ellas. De esta forma nuestra ducha estará cerrada creando un lugar todavía más íntimo para disfrutar de los beneficios que el agua ofrece a nuestro organismo.
Elige la que mejor se adapta a tu cuarto de baño y disfruta del placer del agua, eso sí no te olvides de terminar la ducha con agua fría, ¡multiplicarás sus beneficios!
El agua nos ayuda a relajarnos, alivia las tensiones cotidianas y revitaliza nuestro organismo.
Este tipo de mamparas se fijan a la pared con una bisagra y cubren la bañera o plato de ducha hasta la mitad.
Estas mamparas son abatibles tanto hacia dentro como hacia fuera si están fijadas a un perfil de aluminio.
Estas mamparas se fijan a partir de dos o más hojas desplegables y se pueden plegar para aprovechar mejor el espacio.
Estas mamparas cubren toda la bañera o plato de ducha a partir de hojas que se superponen y se solapan entre ellas.
Una de las mejores maneras de relajarse o despejarse, es tomando una buena ducha.