La cerveza es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, y es que su sabor, frescura y propiedades nutritivas convierten a esta bebida milenaria en la opción preferida de millones de personas.
Pero además de los atractivos anteriores, existen otros usos alternativos y sorprendentes que invitan a utilizar la cerveza como aliada en el día a día. Nos lo cuentan desde Helpling.es, toma nota:
Existe un uso para esos últimos sorbos de cerveza caliente que nadie quiere beberse y que servirá para revitalizar tu cabello. Gracias a la vitamina B que contiene esta bebida y a sus azúcares naturales, cuando estés en la ducha, vierte un vaso de cerveza sobre el cabello y permite que actúe durante 5 minutos. Después, aclara con abundante agua fría y descubrirás que tu cabello brilla como nunca. No en vano, Naomi Campbell confesó que la cerveza era su truco de belleza para conseguir un pelo brillante y sano.
También con cerveza puedes preparar una mascarilla nutritiva casera para el cabello seco y dañado. Recuperará su brillo, sedosidad y belleza. Necesitas medio vaso de cerveza, dos cucharadas de aceite de oliva y otras dos de mayonesa. Mezcla todos los ingredientes hasta que quede una crema homogénea. Extiende en el cabello, insistiendo en aquellas zonas más resecas, envuelve en papel film y aplica calor (puedes utilizar el secador) durante 3 minutos para mayor efectividad. Deja actuar 20 minutos más. Transcurrido el tiempo de exposición, retira la mascarilla con abundante agua tibia. ¡Pelazo!
¿Se ha derramado vino sobre la alfombra? Que no cunda el pánico, solo tienes que cubrir la mancha con un poco de cerveza y frotar ligeramente con una esponja. Después, aclara en profundidad la alfombra y sécala para eliminar tanto el líquido como el olor. Si la mancha persiste, repite la operación hasta que desaparezca por completo.
La cerveza, consumida con moderación, puede convertirse en un medicamento para combatir dolores de garganta, insomnio, dolor de estómago o incluso dolores de cabeza.
La cerveza es una bebida perfecta para resaltar los sabores de tus platos favoritos. Pruébalo con el pollo asado, al que dará un toque especial que encantará a tus invitados. Funciona muy bien como ablandador de la carne, ya que no es tan ácida como otros adobos con base de vino o vinagre. Haz varios agujeros en la carne, agrega las hierbas o especies que más te gusten e introduce el pollo en el horno a 180 grados durante una hora u hora y media. ¡Delicioso!
En la antigüedad, los posos que quedaban en los barriles de cerveza eran empleados para abrillantar los recipientes de cobre. Y es que, gracias a la baja acidez de esta bebida, es ideal para abrillantar cualquier recipiente de metal, como pueden ser las ollas de cocina. Haz la prueba y ataba una bolsa de plástico llena de cerveza tibia a los grifos de tu casa. Al cabo de unas horas podrás advertir los resultados.
La cerveza también es perfecta para abrillantar las joyas de playa y oro, solo tienes que introducirlas en un vaso con un poco de cerveza y quedarán como recién compradas.
Las molestas moscas que tanto gustan acercarse a la fruta fresca serán historia gracias a la cerveza. Coloca cerca de la fruta que tienes fuera de la nevera un vaso poco profundo de cerveza cubierto de papel film. Haz unos pequeños agujeros y las moscas podrán entrar pero no podrán escapar.
La cerveza es capaz de suavizar la piel y al mismo tiempo aliviar dolores y molestias en los pies, algo que se agradece muchísimo tras una larga jornada. Así, puedes sumergir los pies durante unos minutos en cerveza para recuperar su suavidad y ligereza. También puedes disfrutar de un baño de cerveza, pero asegúrate después de darte una ducha para evitar sentir la piel pegajosa.
Si te han sobrado algunos botellines de cerveza, no dudes en utilizarla en tus muebles. Solo tienes que coger un paño de microfibra, sumergirlo en cerveza tibia y frotar las superficies de madera. Los muebles recuperarán el tono que tenían cuando se compraron y quedarán como nuevos.
Bruguer
Si te vas de casa unos días, utiliza las botellas vacías de cerveza para evitar que tus plantas se mueran de sed. Llena de agua las botellas y cúbrelas con un corcho que tenga un pequeño agujero. Colócalas colgadas boca abajo encima de tus macetas. Cuando vuelvas a casa encontrarás a tus plantas tan bonitas como siempre.
