Desde hace unos años, gracias a las inyecciones de ozono dentro del disco intervertebral, se obtienen los mismos resultados sin quirófano.
Esta enfermedad se caracteriza por un dolor musculoesquelético. En este caso, se recomienda la ozonoterapia subcutánea, que tiene un importante efecto calmante y antiinflamatorio.
A consecuencia de esta dolencia se produce un déficit del aporte de oxígeno en los tejidos. La inyección de ozono y oxígeno produce una reacción inmediata en la sangre del paciente.
En lugar de óvulos, cremas antibacterianas o antimicóticos, el ozono, gracias a su elevado poder germicida, acaba con cualquier tipo de infección.
El tratamiento con ozono (ozonoterapia) se aplica en múltiples afecciones, siendo muy eficaz mediante inyecciones locales para combatir la celulitis. Esta terapia ataca directamente las adiposidades, inyectando de manera localizada la mezcla de oxígeno y ozono, sin necesidad de anestesia ni hospitalización. Es efectiva en muslos, glúteos, rodillas… No produce reacciones alérgicas y la grasa se reduce de forma homogénea.
Si las inyecciones son aplicadas por un profesional y en la concentración y profundidad dérmica adecuadas, resultan indoloras.
Acaba con el acné, los eczemas y las llagas. Al ser un bactericida y fungicida natural, mata gérmenes, virus e innumerables infecciones que deterioran la salud de la piel.
Su efecto antioxidante ayuda a revitalizar las células de modo directo.