La homeopatía es una medicina alternativa que cuenta con más de un siglo de historia. Este método terapéutico es cada vez más conocido y usado en el tratamiento de múltiples dolencias, inclusive aquellas que son crónicas y/o agudas, ofreciendo notables ventajas sobre la medicina convencional, entre ellas se advierte una nula toxicidad, no produce efectos secundarios ni alergias.
La forma de acción de la homeopatía es estimular las defensas propias del organismo, asegurándonos nula toxicidad. Será capaz de mejorar y curar nuestra dolencia sin agredir al organismo.
Diagnóstico, dosificación y administración del producto
La exploración del homeópata tanto a nivel físico como psíquico determinará el tratamiento más efectivo, siendo imprescindible acudir a un profesional de la materia.
La forma más común de presentar el medicamento homeopático es en forma de "gránulos", cuya manera correcta de ingerirse será sublingual: depositar los gránulos bajo la lengua hasta haberse deshecho, evitando tragarlos o masticarlos.
Una vez tomado el producto no se ha de ingerir nada al menos en 10 minutos para asegurar una óptima absorción.
Sustancias y/o alimentos a evitar durante el tratamiento
El mentol, café y alimentos especiados o aromáticos, pueden interferir en la actividad del fármaco, por lo que habrá de consultar con el especialista antes de consumirlos.
