Juguetes eróticos para mantener viva la llama de la pasión

El 65% de las parejas asegura utilizar juguetes eróticos en sus relaciones sexuales para mantener viva la llama de la pasión.

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Juguetes eróticos - Gtres

Los juguetes eróticos están de moda. Series de televisión, famosas, ginecólogos, sexólogos… Todo el mundo parece recomendar el uso del vibrador, las bolas vaginales, los masajadores y demás accesorios sexuales. Mientras, muchas mujeres se preguntan: ¿serán para mí? ¿me estaré perdiendo algo? Pero… ¿qué le va a suponer a nuestra vida sexual usarlos o no? ¿Acaso los necesitamos todas las mujeres?

Según indican las encuestas realizadas por la mayor franquicia erótica de España, SexPlace, el 65% de las parejas se divierten en sus relaciones íntimas con los juguetes eróticos, que se han convertido en el primer recurso para reavivar la llama de la pasión.

Tal y como queda demostrado, en los primeros años de relación tanto los hombres como las mujeres no consideran necesario hacer uso de estos materiales de entretenimiento pero, a pesar de ello, se suele recomendar su utilización si se piensa en la temática erótica para darle rienda suelta a la imaginación.

No necesariamente tienen que ser artículos de entretenimiento ni juegos, aunque ayudan. Para comenzar a desfogarse en los preliminares por ejemplo, se aconsejan los masajes con plumas, cosquillas, con lociones, chocolate, aceites o sales aromáticas.

Juguetes eróticos - Gtres
Otro aliciente para encender la pasión es el consumo de especias afrodisíacas en bebidas o utilizar prendas que insinúen, tales como disfraces para crear sensuales roles o la ropa interior comestible, así como los lubricantes de sabores para comerse a besos. La lencería erótica puede resultar muy picante si luces conjuntos de ropa interior con aberturas estratégicas, recatados o de colores impactantes.

En el ámbito más juguetón de estas relaciones encontramos artículos como los vibradores, que son participativos e incluso llegan a ser individuales para sustituir al hombre. 

Estos trucos no solo sirven para avivar el deseo y ofrecer placer físico, sino que también son una fuente de estímulo inagotable para vivir largas y fogosas noches. Es muy importante comprenderse dentro y fuera de la cama, por lo que te recomendamos tener en cuenta algunos consejos para entender a tu pareja.

Divertirse en pareja

Estos utensilios aportan estrategias para romper la rutina, ya que introducen el factor sorpresa en la relación.

Los sexólogos nos cuentan que son un medio e instrumento para relajar tensiones y ayudarnos a desdramatizar situaciones y desmontar miedos y pudores. En definitiva, estos artilugios ayudan a mejorar y a resolver dificultades que pueden surgir en la relación sexual. Ayudan a conocernos, a identificar campos de placer nuevos y a obtener sensaciones distintas.

Con ellos podemos aprender sobre nosotros mismos y sobre la pareja. Además, la pareja después de usarlos no parará de hablar de ello; con lo que se rompe la monotonía sexual.

Pero no todo el mundo va a recibir con buenos ojos que su pareja aparezca un buen día con un "aparatito". Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona, explica que "tampoco pasa nada. No hay que olvidar que cada persona tiene su personalidad sexual y tiene derecho a usarla como le venga en gana. Es tan lícito y normal la pareja que necesita utilizar todo tipo de accesorios para excitarse, como aquella que prefiere estimularse con el simple hecho de acariciarse lentamente", señala la experta.

Al final, hablando de sexo, no hay que olvidar que de lo que se trata es de sentirse bien, ese es el fin último de la práctica sexual, ya sea cuando buscamos el placer a solas, en pareja o con juguetes.

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Superar una disfunción

En terapia se usan bastante y hasta ahora se obtienen buenos resultados; aunque los profesionales indican que igualmente no están recomendados para todo el mundo.

Pueden resultar beneficiosos, por ejemplo, para una pareja inexperta, con poca habilidad sexual; ya que aprenderán a estimularse mutuamente. Pero para casos de dolor o aversión al sexo, recomendar un pene artificial puede ser contraproducente. Igualmente siempre hay que contar previamente con las creencias personales y culturales que los pacientes tienen al respecto.

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