Villa Solitaire tiene una mezcla de interiorismo y muebles singulares, como las camas que son piezas únicas de Minotti, y de marcas exclusivas como Giorghetti y Liebhauser Home, todo elaborado a medida exclusivamente para esta propiedad.
"La enorme sala de estar en la planta baja dispone de unas puertas de cristal correderas que se abren completamente al exterior y permite una calidad de vida extraordinaria. Es un impresionante espacio abierto con dos zonas diferenciadas entre la espectacular sala de estar con una insólita chimenea abierta, un lujoso comedor y una cocina satélite", explica Tanja von Busse.
Construida sobre un terreno de 4.250 metros cuadrados, la villa ocupa una superficie de 2.300 metros cuadrados con 7 dormitorios, 6 cuartos de baño, 2 piscinas y terrazas de 2.000 metros cuadrados, entre otras estancias que completan sus cuatro plantas.
La planta baja con la zona de día, el primer piso cuenta con la zona de noche, la terraza-azotea con un cine al aire libre y el sótano con garaje subterráneo y el área del servicio. En la imagen, el enorme comedor de Villa Solitaire.
Utilizando los mejores textiles de prestigiosas compañías tales como Rubelli o Dedar, sólo a modo de ejemplo, han logrado que la decoración interior de Villa Solitaire sea exclusiva y llena de personalidad.
La fachada de Villa Solitaire es una representación dinámica de velas de barcos flotando sobre la planta baja. Orientada al sur y con total privacidad, su interior está lleno de luz natural que recibe desde diversos puntos de la bahía.
Villa Solitaire se alza en medio de su propio jardín botánico privado, cuenta con unas vistas panorámicas espectaculares de la Bahía de Palma.
Villa Solitaire es una obra maestra del arquitecto italiano Matteo Thun (Milano) situada en la parte más elevada de Son Vida, una de las áreas más exclusivas de la isla de Mallorca. La vivienda se vende por 65 millones de euros.
El sótano de Villa Solitaire dispone de espaciosos aparcamientos con capacidad para seis coches, además cuenta con un sistema audiovisual que permite convertirlo en su propio club privado, un gimnasio con sala de tratamientos corporales y el área para el personal. En el vestíbulo se encuentra un ascensor acristalado que llega hasta las zonas de día y de noche.