La radiofrecuencia, técnica que calienta los tejidos entre 55 y 60 grados de forma sostenida, para estimular la actividad de los fibroblastos y así frabricar colágeno y elastina para combatir la flacidez, se consolida en los tratamientos de estética.
Si ante el espejo descubres que el óvalo facial se desploma, que la piel no tiene elasticidad o que la celulitis se ha asentado cómodamente sobre glúteos y muslos, no te alarmes: la solución está en las bondades de la radiofrecuencia.
"La radiofrecuencia es una técnica que calienta las capas profundas de la piel con el fin de aumentar la síntesis de colágeno, activar los fibroblastos y, por tanto, incrementar la densidad de la piel y reafirmar los tejidos", explica Leticia B. Carrera, licenciada en Farmacia, especialista en Bioquímica Clínica y responsable de centro medico-estético Felicidad Carrera.
Aunque en un principio, la radiofrecuencia era un sistema de uso médico, hoy se utiliza en el campo de la estética para luchar contra la flacidez cutánea, los depósitos de grasa y la celulitis.
"En cuidados corporales y faciales estéticos, la radiofrecuencia se trabaja a bajo voltaje, mientras que en medicina los impulsos son altos, por lo que se requiere anestesiar y refrigerar la zona epidérmica", explica el doctor Manuel Sánchez, del departamento "Antiaging", de la Clínica Planas.
En estética, la radiofrecuencia ya es una técnica consolidada para tratar y prevenir la flacidez que suele asentarse sobre el rostro, los brazos, la cara interna de los muslos y el abdomen, tanto de hombres como de mujeres.
Aplicada sobre el rostro, reafirma el óvalo facial, reduce la papada, eleva los pómulos, otorga volumen a los labios y redefine las boca, mientras que sobre el cuerpo ayuda a mantener tersos los tejidos y disolver los nudos de grasa.
Su uso también está indicado para borrar las arrugas, que bien pueden aparecer por la naturaleza dinámica de los signos de expresión o bien por la destrucción de las fibras de colágeno.
Si la radiofrecuencia es monopolar, es decir, que emite energía a través de un único electrodo y con un solo punto de contacto sobre la piel, tiene capacidad para
reducir volumen y destruir la celulitis", explica Leticia B. Carrera.
La radiofrecuencia está contraindicada en mujeres embarazadas y en personas con alteraciones dérmicas, que utilicen marcapasos, que tengan implantes metálicos en la zona a tratar o que hayan padecido un cáncer.
Durante el tratamiento lo único que se siente es un ligero calor, nada molesto. No posee efectos secundarios, pero puede aparecer un leve enrojecimiento que remite al finalizar la sesión.
Después de cada sesión se aprecia un efecto "lifting", gracias a la contracción de las fibras. Esa sensación suele permanecer varios días, pero los beneficios se observan a medida que se avanza en número de sesiones, ya que el ciclo natural de la síntesis de colágeno tiene un proceso de 28 días. Los resultados más notorios llegar a partir del tercer mes.
Para obtener unos buenos resultados son necesarias entre diez y quince sesiones espaciadas al menos cada dos semanas, pero sus beneficios son mayores, si se combina con otras técnicas como ultrasonidos o cavitación.
LO ÚLTIMO
"Lo más novedoso con tecnología de radiofrecuencia llega de la mano de Cyclone, una máquina muy efectiva y potente, capaz de reducir volumen, reafirmar y mejorar la flacidez al mismo tiempo", explica Leticia B. Carrera.
Así, este equipo de última generación, que combina la radiofrecuencia monopolar y bipolar con dos tipos de ultrasonidos y un sistema de succión, tiene capacidad para reducir volumen en zonas localizadas, romper los adipositos presentes en los depósitos de grasa, destruir la celulitis dura y fibrosa localizada, al mismo tiempo que reafirma los tejidos para evitar la flacidez y drena los líquidos existentes y las toxinas resultantes de la destrucción de la grasa.
Es un tratamiento indoloro y sin efectos secundarios, pero está contraindicado en mujeres embazadas, personas con problemas de coagulación, infecciones, colesterol alto, niveles séricos levados de triglicéridos, procesos hemorrágicos o cancerígenos.
En el centro de belleza de Maribel Yébenes la radiofrecuencia unipolar y bipolar se utiliza a través del equipo "Accent" para frenar el descolgamiento de los tejidos, reducir la grasa submentoniana (papada), remodelar el óvalo facial, mejorar el drenaje linfático o potenciar la desintegración de las células.
"El sistema Accent
se puede aplicar en cualquier zona en la que exista una laxitud de los tejidos o allí donde se instalan cúmulos de grasa como el vientre, las rodillas, las flancos laterales de la cintura, las piernas y los muslos", dice la esteticista Yébenes.