Hoy en día, son pocas las mujeres a las que la palabra Punto G les suena a chino. Tenemos la suerte de contar con una gran cultura sexual donde saber cómo estimular los órganos sexuales femeninos para alcanzar un orgasmo pleno. Aún así, un porcentaje de mujeres todavía no sabe dónde está el suyo. Investiga, experimenta y encuentra con tu pareja el tan ansioso Punto G si no lo has hecho ya. Te explicamos cómo.
El Punto G no es una invención. Existe y se trata de una zona erógena del cuerpo sexual femenino que al ser tocada produce máximo placer para llegar al orgasmo de una manera mucho más intensa.
Su nombre se debe a su descubridor, el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, que fue el primero en reunir información sobre esta área, y cuyas teorías destaparon algunas polémicas no aceptadas por otros médicos.
¿Dónde encontrarlo?
El Punto G femenino se encuentra ubicado en la pared interior de la vagina y en el curso de la uretra, concretamente en la parte posterior del hueso púbico y la zona superior al cérvix. Su tamaño varía dependiendo de cada mujer, pero mide más o menos como una moneda de tipo mediano.
Hemos de pensar que se trata de una zona con muchas terminaciones nerviosas, por lo que es muy sensible a cualquier estimulación.
¿Cómo estimularlo?
El hecho de que sepamos dónde se encuentra no quiere decir que ya se pueda estimular correctamente. No se trata de pulsar un botón y esperar resultado. Es por ello que muchas mujeres no han conseguido encontrar el placer ansiado porque llegar al Punto G debe hacerse cuidadosamente con masajes y con ayuda de nuestra pareja.
Por otra parte, al estar ubicado cerca de la uretra puede dar sensación de orinar, pero esto sólo es el principio, porque posteriormente, si se toca debidamente, llegamos a un placer inalcanzable y descubriremos orgasmos de mayor calidad.
Estimulación e ¡importantes orgasmos!
Llegamos al Punto G introduciendo el dedo (si se lubrica mucho mejor) por la vagina hasta llegar a una zona rugosa que notaremos fácilmente. En este eje es importante tocar y estimular de forma suave, moviendo los dedos en forma de círculo, como un ligero masaje.
Tanto tu misma como tu pareja debéis acelerar, aumentar o bien reducir este tocamiento para variar el grado de excitación. A partir de ahí nuestra sensibilidad sexual se desarrolla enormemente... ¡alcanzando increíbles orgasmos! Lo mejor es que llegamos al orgasmo más rápidamente y tenemos multiorgasmos seguidos, al estimular el clítoris y otras zonas erógenas a la vez.
Las mejores posiciones para encontrar el Punto G
Hay posiciones que favorecen la "búsqueda" de este punto de excitación total. Una de ellas es situarse boca arriba con la vagina algo elevada para facilitar la penetración del dedo hasta la zona erógena.
También podemos ponernos boca abajo, mientras que nuestra pareja se situará detrás nuestro, con lo que se ayuda mucho la estimulación. Incluso si los dos estáis acostados de lado, la sensación puede resultar óptima.