Toda la verdad sobre el botox

Toda la verdad sobre el botox
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La famosa toxina botulínica a la que famosas y no tan famosas se han hecho adictas no tendrá secretos para ti después de leer este artículo.

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Es uno de los tratamientos estéticos más de moda en los últimos años, tal vez porque muchas celebrities han convertido al botox en uno de sus principales aliados para lucir espléndidas. Sus resultados son evidentes y sus riesgos escasos. Partidarios y detractores enumeran ventajas e inconvenientes que debes conocer antes de decidirte.

Botox es un nombre comercial, una marca. Cuando nos referimos a este tipo de tratamientos, hablamos de infiltraciones subcutáneas de proteína botulínica. Esta proteína, que en cantidades elevadas puede producir graves intoxicaciones y causar el botulismo, se ha utilizado durante años con fines terapéuticos, especialmente para corregir problemas como tics nerviosos, estrabismo o incluso exceso de sudoración. Su aplicación estética se generaliza al profundizar en sus propiedades y en su capacidad para suavizar e incluso hacer desaparecer las arrugas de expresión que aparecen en el rostro con el paso del tiempo.

¿Cómo funciona? El "milagro" se produce porque la proteína botulínica inyectada en el músculo es capaz de bloquear los impulsos nerviosos que provocan su contracción, consiguiendo la relajación de la zona y la desaparición de las arrugas. El músculo se destensa y la piel se alisa.

El tratamiento

Las microinyecciones de botox son una técnica estética muy efectiva y escasamente agresiva. Lo primero en lo que hay que insistir es en la necesidad de que el tratamiento lo realice un especialista, un cirujano plástico. Las inyecciones han de llevar la composición adecuada y el "pinchazo" ha de ser exacto, en el punto justo y a la profundidad adecuada. Cualquier desviación puede provocar problemas como la parálisis parcial de la zona, labio o párpados caídos, hinchazón… No hay que asustarse, en manos de un buen profesional no tiene porqué haber complicaciones.

Una vez realizadas las pruebas necesarias para eliminar cualquier posibilidad de alergias y tras haber realizado un diagnóstico general del estado de salud (especificando al médico si se está tomando algún tipo de medicación que pudiera resultar contraindicada), la aplicación del botox resulta muy sencilla.

No es una técnica quirúrgica, por lo que no se requiere ingreso hospitalario ni anestesia. El médico irá inyectando la proteína con una jeringuilla de finísima aguja en las arrugas faciales especialmente en la zona del entrecejo, alrededor de los ojos (patas de gallo) en la parte superior del labio y en el arco nasogeniano.

La aplicación no resulta dolorosa, y tras realizarse no son necesarios cuidados específicos, aunque es normal la aparición de pequeños moratones, algo de hinchazón y sensación de parálisis. Si la técnica ha sido llevada a cabo correctamente todos estos molestos síntomas irán desapareciendo a las pocas horas (24 – 72 horas).

Ventajas e inconvenientes

La principal ventaja del botox es que es un magnífico remedio para eliminar arrugas superficiales sin recurrir a la cirugía. Su mayor inconveniente radica en que sus efectos duran entre cuatro y seis meses. Una vez diluido el efecto paralizante de la proteína, el músculo vuelve a funcionar y su contracción y dilatación constante hace que la arruga vuelva a manifestarse (en muchos casos menos marcada).

Las partidarias de esta técnica insisten en la ventaja que supone poder hacer desaparecer arrugas concretas, las que más envejecen, sin tener que recurrir a un "lifting" general que en muchos casos no es necesario, aunque existe el peligro de que se cree una cierta "adicción". Las opiniones menos favorables hacen hincapié en esa dependencia que se crea una vez aplicado el botox por primera vez (luego es muy difícil resignarse a volver a tener arrugas).

¿Cambiarán mis facciones?

El botox rejuvenece pero no cambia la cara porque no es una cirugía que modifique la nariz o los pómulos, por lo que no es cierto que alguien que se haya inyectado la proteína parezca otra persona. Lo que ocurre, especialmente durante los primeros días, es que los músculos al estar paralizados pueden restar expresividad y dar otro "aire" a la cara.

Insistimos en que todo depende de "las manos" del que haya puesto las inyecciones. Si son las de un profesional, este efecto desaparecerá a los pocos días y el resultado será que te veas igual pero con diez años menos. Además, siempre puedes repetir cuando lo creas necesario porque el botox, bien empleado, no perjudicará tu salud.