Sé precavida, siempre es mejor ponerte tiritas en la parte trasera del pie, donde es más fácil que aparezcan rozaduras, antes de ponerse los zapatos nuevos. Es una medida de prevención que suele funcionar sin necesidad de que se originen ampollas.
Pero además, para estar todavía más segura, deberás llevarte las tiritas especiales contra las ampollas en tu bolso por si observamos que empiezan a dolernos los pies. ¡No estropees una cita perfecta por estrenar unos zapatos!
Probar los zapatos antes
Si tenemos pensado ponernos por primera vez esos zapatos nuevos que nos acabamos de comprar en un fiesta o una cena, lo ideal es llevarlos antes. Nos los podemos poner para ir a comprar, para una tarde en la ciudad o sólo un rato en casa para impedir que nos hagan daño justo el día más importante. El pie ya se habrá adaptado al zapato, no será nuevo y ya no hará daño. ¡Procura no estropearlos!
Cremas hidratantes
Los pies deben acomodarse porque van a estar dentro de un calzado nuevo que puede resultar algo incómodo. La noche anterior a estrenar los zapatos podemos untarnos los pies con crema hidratante, aunque lo ideal es hacerlo prácticamente todas las noches, tengamos o no zapatos nuevos para que la piel no se reseque y evitar toda clase de rojeces, callos y durezas mal tratadas.
Además, la propia crema también sirve para untar el interior del zapato. Se utiliza para dar más hidratación y flexibilidad al nuevo calzado y, a la vez, a los pies. También es válido empaparlos con alcohol, pero asegúrate de que no afecten al tinte del color de los zapatos.
Peelings y pedicuras
También se recomienda realizar un suave peeling con masaje unos días antes de estrenar zapatos a la par que una completa pedicura. El masaje de pies es perfecto para que estén descansados y eliminamos pieles muertas que pueden molestarnos ante el nuevo calzado, especialmente si es de tacón alto.
Minicalcetines
Si los zapatos no son demasiado abiertos, otro truco es utilizar los minicalcetines que nos recubren sólo una parte del pie y que solemos utilizar para las bambas cuando hacemos deporte o vamos por la montaña. Siempre que no se vean y no sea pleno agosto, estarás comodísima y no sufrirás.