Baños pequeños ¡aprende a sacarles partido!

Pueden cumplir su función perfectamente y además resultar espacios coquetos y confortables. Los baños de dimensiones reducidas no tienen porqué ser "tristes" o incómodos. Eso sí, tendrás que aprovechar cada hueco, desplegando un poquito de imaginación, para obtener de ellos todas sus posibilidades (muchas más de las que crees).

¿Pintar o decorar con azulejos?

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Las dos opciones son totalmente válidas, depende únicamente de las preferencias personales. En ambos casos, lo importante es acertar con los colores y conseguir una unidad cromática que proyecte amplitud y no resulte agobiante. El blanco es una apuesta segura porque siempre agranda visualmente el espacio disponible, pero si prefieres algo más alegre, elige tonos claros en la gama de azules, verdes, amarillos... estos colores aportan un aire fresco al baño sin restar espacio.

Si quieres combinar dos tonalidades, por ejemplo, un bonito azul añil y otro celeste, pinta o coloca los azulejos más oscuros en la parte inferior y deja los tonos más claros en la zona superior "abriéndose" hacia el techo. Así, al entrar, ganarás en sensación de amplitud. Otro ejemplo muy común es jugar con el blanco y cualquier otro tono. Queda muy bonito siempre que el blanco ocupe la superficie superior de las paredes.

Hay dos tipos de decoración en azulejos para baños muy "típicas": las efecto damero (combinando cuadros de dos colores como en un tablero de ajedrez) y las que incluyen divertidas rayas. Si te gusta alguna de estas opciones, recuerda que los cuadros sólo deberás ponerlos en el suelo (aquí agrandan, en las paredes no consiguen ese resultado). Si te encantan las rayas, en un baño pequeño, siempre deben ser verticales y con sufriente espacio entre unas y otras (no demasiado juntas).

Aprovechar la luz natural

Es básico para conseguir crear un aseo agradable. Magnifica los puntos de entrada de luz. Una claraboya, una ventana lateral... son puntos de "escape" por los que la mirada se prolonga. Dales todo su protagonismo colocando cerca una bonita planta, un discreto espejo o cualquier pequeño adorno (un cuadro, una vela perfumada, un cestillo de flores secas...). Si al secarte las manos tienes al lado una ventana por la que la vista pueda perderse, cualquier sensación de estrechez desaparecerá.

Muebles de baño esenciales

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Son necesarios, pero incluye los mínimos posibles. Nada peor que empeñarte en encajar un baño completo en un espacio limitado. Elige una ducha práctica y funcional y, preferiblemente, ciérrala con mampara de cristal, sólo hasta media altura (no hasta el techo), el baño quedará más desahogado. Tienes además, lavabos de dimensiones muy reducidas y de diseño minimalista, ultramodernos y elegantes, perfectos para espacios pequeños.

Elimina el bidet y olvídate de los bonitos muebles encastrados, excelentes para situar bajo el lavabo pero siempre que te sobren metros cuadrados. Si dispones del espacio justo, queda mucho mejor colocar, por ejemplo, una balda a juego con la encimera principal bajo el lavabo. Busca siempre espacios abiertos. En esta balda auxiliar (de mármol, madera, cristal...) podrás colocar directamente toallas, utensilios de aseo o situar estratégicamente dos bonitas cestas que cumplan la misma función.

Accesorios y complementos

Porta-rollos de papel, vaso para los cepillos de dientes, jabonera, toallero... en el baño los accesorios ocupan un lugar destacado. Hoy en día, los tienes adaptados a cada necesidad. Algunos ocupan un mínimo espacio y además cumplen una importante función decorativa. Según el estilo de tu baño, apuesta por el mimbre (toque natural), el metacrilato (excelente para que los complementos se vuelvan "invisibles") o por los fabricados en metal envejecido (por ejemplo para un baño estilo vintage). Coloca sólo aquellos que necesites, huye de un aseo "rococó".

Los pequeños detalles

Son esas ideas sencillas que llevadas a la práctica darán a tu baño un toque personal prolongando su espacio:

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Espejos. En el aseo y más en los pequeños para crear sensación de amplitud. No abuses. La idea de "entre más espejos, mejor", no es siempre cierta en un espacio reducido. Si colocas demasiados crearás un efecto rebote que lo que producirá será cierto agobio y mareo. Con uno bien grande (en el que se refleje preferiblemente, la ventana, la planta que tienes de adorno o un bonito cuadro) será suficiente.

Muebles "abiertos". Opta por las baldas, creando tus propias composiciones en lugar de los clásicos pequeños armarios de pared. Aprovecha rinconeras, espacios entres dos columnas, etc. El inconveniente es que tendrás que tener tus cosas bien organizadas porque estarán a la vista, pero a nivel decorativo, crean un efecto de mayor amplitud.

Recurre a los "colgadores" para dejar el espacio del suelo lo más despejado posible. Tienes, por ejemplo, toalleros térmicos que se incrustan en las paredes que forman la ducha o coquetos organizadores de pared para colocar cepillos, cremas, algodones y todo lo que puedas necesitar a la hora del aseo.

Con todo esto verás que tu baño no era tan pequeño como parecía.

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Lavabos para baños pequeños

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Tienes además, lavabos de dimensiones muy reducidas y de diseño minimalista, sobrios, ultramodernos y elegantes, perfectos para espacios pequeños. Si dispones del espacio justo, queda mucho mejor colocar, por ejemplo, una balda a juego con la encimera principal bajo el lavabo. Busca siempre espacios abiertos.

Rinconeras y estantes de obra, ideales para aprovechar el espacio en baños pequeños

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Opta por las baldas, creando tus propias composiciones en lugar de los clásicos pequeños armarios de pared. Aprovecha rinconeras, espacios entres dos columnas, etc.

Armario de obra con espejo, ideal para baños pequeños

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Los armarios de obra son una solución perfecta para baños de dimensiones reducidas. En este caso se cierra con una puerta de espejo anclada a la pared que otorga profundidad al aseo.