Un tiroides que no funciona correctamente, desequilibra todo tu organismo y producirá síntomas que en ocasiones para determinadas personas pasan desapercibidos y en otras pueden llegar a comprometer y condicionar seriamente su vida.
Aunque pueden advertirse irregularidades en esta glándula en ambos sexos, afecta, sobre todo, a las mujeres.
La misión del tiroides es segregar las hormonas tiroideas que se encargarán de controlar las funciones químicas del cuerpo, así como la velocidad metabólica.
El combustible esencial del tiroides es el "yodo" y los últimos estudios apuntan que debemos consumir 200 microgramos de este mineral.
En la fabricación de hormonas tiroideas interviene otra hormona, la TSH, la cual se produce en una parte de nuestro cerebro llamada "hipófisis". Si esta sustancia está presente en nuestro organismo en cantidades óptimas, el tiroides fabricará hormonas tiroideas de forma equilibrada y justa.
Cuando la tiroides no funciona como cabe esperar, da lugar a diversos trastornos, entre los que observamos:
Si la glándula tiroidea trabaja demasiado y produce una cantidad de hormonas mayor a la necesaria se da lugar al "hipertirodismo".
Los síntomas que más frecuentemente aparecen son: irritabilidad, aumento del apetito, pérdida de peso injustificada, intolerancia al calor, palpitaciones, nerviosismo, cambios de humor e insomnio entre otros.
Para identificar este trastorno es necesaria una analítica sanguínea y una ecografía que lo confirmarán. En el caso de padecer "hipertiroidismo" se tratará con fármacos y en ocasiones será necesaria la cirugía.
Si la glándula tiroidea trabaja muy lentamente y fabrica menos hormonas de las requeridas dará lugar al "hipotiroidismo", trastorno que afectará al funcionamiento correcto de todo nuestro organismo.
Los síntomas que más frecuentemente aparecen son: aumento de peso, cansancio y fatiga, depresión, voz grave y ronca, debilidad muscular, hinchazón y cara abotargada, caída del cabello y falta de memoria entre otros.
Para identificar este trastorno es necesaria al igual que en el caso anterior una analítica sanguínea que determine la razón por la que la glándula no segrega la hormona. Una vez descubierta la causa se tratará con fármacos que actuarán sustituyendo la función de la glándula.
*Es importante destacar que los trastornos de tiroides también pueden presentarse en niños, por lo que es de suma importancia que el consumo de "yodo" sea óptimo antes y durante el embarazo, una deficiencia del consumo de yodo en la madre podrá repercutir en el desarrollo del bebé, pudiendo ocasionar defectos en su sistema psicomotor.
