El prestigioso odontólogo español Iván Malagón continúa su cruzada para que la sociedad se conciencie de la importancia que el cuidado de los dientes tiene para nuestro bienestar y para nuestra salud. Esta vez nos vamos a detener en la higiene bucal, y lo vamos a hacer en dos aspectos fundamentales de este cuidado: el dentrífico y el cepillo.
Aunque el flúor es una sustancia empleada para proteger los dientes de las caries, a veces puede resultar nocivo si se adhiere demasiado tiempo a los dientes, pues altera la superficie del esmalte y permite que las bacterias taladren las piezas dentales hasta hacer un orificio pudiendo ocasionar la pérdida de piezas dentales.
Además, al elegir un tipo de dentrífico hay que vigilar que los componentes que enumeramos a continuación no se hallen entre sus componentes:
Colorante azul No. 2 FD&C: Según el Center for Science in the Public Interest este colorante se relaciona con problemas de aprendizaje, comportamiento y salud, diversas reacciones alérgicas, y dolores de cabeza, entre otros problemas.
Lauril sulfato de sodio: The American College of Toxicology informó que este ingrediente puede provocar depresión, dificultad para respirar e incluso diarrea.
Triclosan: La Environmental Protection Agency señala a este ingrediente anti-microbiano como un pesticida y regula su uso en pastas de dientes y jabones de manos de venta libre. De acuerdo con la agencia federal, "estudios sobre los efectos de tiroides y estrógenos determinaron que debe llevarse a cabo mayor investigación sobre las potenciales consecuencias de salud y efectos endocrinos del triclosan".
Sacarina y aspartame: Estos dos endulzantes artificiales están en la lista de aditivos a evitar del Center for Science in the Public Interest.
Para empezar, el doctor Malagón señala que es importante que éste se seque entre un uso y otro, ya que puede cultivar gérmenes, hongos y bacterias. Además, destaca que después de usar el cepillo, es bueno sacudirlo bajo el chorro del agua y colocarlo en posición vertical para que se ventile.
Por otro lado, para prevenir que virus y bacterias se transmitan entre los cepillos, es recomendable evitar que tu cepillo esté en contacto con otros.
Sobre el tiempo con el que es conveniente cambiar el cepillo, el doctor Malagón destaca que después de tres meses, "un cepillo es menos efectivo para acabar con la placa de los dientes y las encías". Aunque también es importante cambiarlo después de un resfriado, gripe o infección bucal o de garganta, "debido a que los gérmenes pueden esconderse en las cerdas del cepillo y reactivar la infección".
Antes de estrenar el cepillo de dientes, déjalo durante 24 horas en agua con sal. Las cerdas de fortalecerán y el cepillo durará más tiempo en perfecto estado.