Descubre qué tipo de abdomen tienes, cómo perder grasa y lucir un vientre plano

Existen diferentes tipos de abdomen en función de la localización de la grasa por lo que el tratamiento y dieta a seguir con cada uno de ellos debe ser diferente. Descubre qué tipo de abdomen tienes y cómo actuar para eliminar la grasa en cada caso y lucir, de una vez por todas, un vientre plano.

6m 14s
Agencias
Si estás decidida a decir adiós de una vez por todas al exceso de grasa en el abdomen, lo primero que debes conocer es qué tipo de abdomen tienes y el origen de su grasa para elegir el plan de ataque más eficaz. “Lo primero que hay que hacer es analizar por qué se tiene determinado abdomen y si todo es grasa o hay algún otro componente que haga que contemos con un abdomen antiestético”, explica la Dra. Amaro.

Abdomen por estrés

Se detectan fácilmente dado que el peso se acumula únicamente en la zona del diafragma y en la zona umbilical. Generalmente aparece en personas muy perfeccionistas y altamente responsables en su trabajo lo que les causa dicho estrés y este tipo de abdomen. Estas personas suelen tener asociados problemas de insomnio y problemas digestivos que son originados por la misma causa, el estrés. Esto además suele ir ligado a comer rápido, decantarse por alimentos poco saludables y un abuso de bebidas estimulantes como el café o el té que no solo no ayudan al problema sino que lo agravan. ¿Cómo eliminarlo?

Gtres
• Se debe combatir el estrés con técnicas de relajación y, muy importante, con la práctica de ejercicio de manera regular (en la medida de lo posible evitar ejercicio cardiovascular intenso e inclinarse por Pilates, yoga…).

• Trabajar en adquirir unos hábitos de sueño saludables y conseguir dormir un mínimo de 7 horas.

• Llevar una dieta sana incluyendo alimentos ricos en triptófano que nos ayudan a sentirnos mejor y reducir el estrés: frutos secos como las almendras, pescado (principalmente azul), carnes magras (pollo y pavo), huevos (principalmente la yema), frutas como la piña o verduras como la alcachofa o los berros.

Evitar el consumo excesivo de bebidas excitantes: café, té y refrescos de cola.

Abdomen “de neumático”

Este tipo de abdomen lo padecen aquellas personas que permanecen muchas horas sentadas y no realizan prácticamente ejercicio además de tener una alimentación basada fundamentalmente en hidratos de carbono. Para eliminarlo:

• Se debe llevar una alimentación saludable reduciendo el consumo de hidratos de carbono y aumentando la ingesta de frutas, verduras, carnes y pescados.

• Hacer ejercicio. Este tipo de abdomen suele ir asociado también a un mayor cúmulo de grasa en piernas y caderas por lo que el tipo de deporte más recomendable será el cardiovascular (running, bicicleta, caminata…)

• Si hay un consumo excesivo de alcohol deberá reducirse notablemente para ver resultados.

Abdomen inferior

Este tipo de abdomen se asocia a personas altamente cualificadas, con carreras y puestos muy exigentes, adictas al gimnasio y que llevan mucho tiempo realizando la misma dieta. Generalmente su origen radica en un exceso de ejercicios abdominales y horas de gimnasio no efectivas. Para recuperar un abdomen plano:

• Debe modificarse la dieta que tanto tiempo se lleva siguiendo sin resultados, introduciendo más fibra, verduras de hoja ancha y disminuyendo el consumo de proteínas que, en estos casos, suele ser excesivo.

• Beber un mínimo de 2-2,5 litros de agua al día.

Dejar los ejercicios de abdominales tal y como se están realizando dado que no están siendo efectivos.
Gtres

Abdomen de embarazada

Este tipo de abdomen suele ser habitual en madres que han tenido un bebé y les queda poco tiempo para cuidarse sin que esto signifique que no les preocupa su aspecto físico. Para combatirlo debes:

• Dar tiempo al cuerpo para que se adapte a la nueva situación, un mínimo de 6-8 semanas. Hacer ejercicio de manera excesiva y antes de tiempo no permitirá recuperar la figura antes. Aquí son muy importantes los ejercicios para trabajar el suelo pélvico.

• Llevar una buena dieta posparto donde se incluyan alimentos como el pescado azul (rico en omega 3 y 6 y aguacate, que está demostrado que ayuda a adelgazar tras el parto por su influencia hormonal).

Abdomen distendido

Las personas que presentan este tipo de abdomen, por la mañana se levantan con un vientre plano que se inflama a lo largo de la tarde. Afecta a ambos sexos y no está relacionado con el sobrepeso puesto que aparece también en personas delgadas. El origen puede estar en varias causas: estrés, comer muy deprisa, alergias o intolerancias a ciertos alimentos. Para eliminarlo:

Gtres
• Lo primero y más importante es descartar si hay algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria para poder excluir ese alimento de la dieta.

• Seguir unos buenos hábitos alimenticios que nos permitan tener una mejor digestión. Por ejemplo: comer despacio, masticar bien e ingerir abundante fruta, verdura y fibra en nuestro día a día.

• En algunas ocasiones y debido a los efectos secundarios de la ingesta previa de antibióticos podemos tener un desequilibrio en nuestra flora intestinal que puede ser también la causa de esa inflamación del abdomen.

Abdomen postural

Este tipo de abdomen viene originado por el hecho de tener que permanecer muchas horas sentado, lo que provoca una pérdida del tono muscular del abdomen.

Para combatirlo, mientras estés sentada mantén la espalda recta con los abdominales contraídos. Poco a poco esto te ayudará a recuperar el tono muscular perdido.

Abdomen por estreñimiento

Este tipo de abdomen es común en personas que padecen de estreñimiento y tránsito intestinal lento. Cuando no hay una correcta evacuación intestinal, el abdomen se dilata acumulando no sólo heces, sino también gases y agua. Para eliminarlo:

• Se debe seguir una dieta que incluya alimentos ricos en fibra y que nos permitan acelerar ese tránsito intestinal, tales como el arroz integral, cereales como la avena y el salvado, espinacas, kiwi…

• Es muy importante educar a nuestro intestino e ir al baño a diario.

Abdomen líquido

Este tipo de abdomen se aprecia en personas que no tienen un correcto funcionamiento renal. Esto origina que no haya una eliminación de líquidos y toxinas del organismo y que estos se acumulen en diferentes partes del cuerpo, siendo una de ellas el abdomen. Para combatirlo:

• Lo primero que habrá que hacer es descartar que haya una patología que lo justifique.

• En el caso de no encontrarse patología alguna, es recomendable beber 2 litros de agua diarios y reducir la ingesta de alimentos ricos en sodio: mariscos, pescados como el lenguado, las sardinas o las anchoas, entre otros.
Temas relacionados  ››